Hoy este humilde artesano de la palabra,
buscador en los ayeres la presencia
permanente de la historia, en las voces
que bajan de los paramos andinos, en la fuente
grabada de las rocas y en los libros que atesoran en encerradas
bibliotecas y registros la sublime historia de los hombres en el tiempo.
Para mi fue una noticia inesperada del Dr.
Roberto Avendaño y del Individuo de
número Hilarión Pulido al notificarme que había sido aceptado como individuo
correspondiente de esta noble Academia de Historia del Táchira .
A mi mente me vinieron los recuerdos en olas de los trigales de mi aldea y
preguntarme ¿quien era yo? , humilde hijo del Rincón del Oso de Llano Largo para contarme y discurrir por las amplias
avenidas de la historia regional con
hombres y mujeres tan llenos de sapiencia en estos saberes; mis paisanos revolotearon como mariposas y
libélulas sobre mis sienes Antonio
Arellano Moreno, Vicente Arellano Moreno , Emilio Constantino Guerrero , Antonio Quintero García , Arturo Croce,
Horacio Moreno ,Luis Zambrano , Hugo
Colmenares , Isaura Melani e Hildemar Escalante de Theser , Monseñor Raúl
Méndez Moncada, Ricardo Méndez Moreno,
Presbítero Luis Gilberto Santander , Pascual Mora García o la hija adoptiva de
la Grita profesora Yariesa Lugo , o el
escritor de “ La Grita una ciudad que grita su silencio” Lucas Castillo Lara , cómo estar altura de
tan renombrados seres y aun mas al lados de inminentes mentes
consustanciados con la Historia , son ríos de saberes que discurren por
sus poros; Luis Hernández Contreras , Monseñor Carlos
Sánchez Espejo, Xuas Tamayo García , Joaquín Villamizar Molina , Julio Chiossoni , Rafael María Rosales ,
Aurelio Ferrero Tamayo , Inés Cecilia Ferrero , Margarita Angarita , Ruiz
Pineda, Ramón J Velázquez ,Pedro Pablo Paredes,
Ramón González Escórihuela , Samir
Sánchez, Anselmo Amado, Monseñor Nelson Arellano , Horacio Cárdenas Becerra, Samuel Darío Maldonado , Carlos Rangel Lamus y muchos otros que han
iluminado el camino del quehacer histórico en nuestra región.
Voy a tomar prestadas las palabras de
monseñor Carlos Sánchez Espejo el día de su elección como individuo de número
para la Academia de Historia.
“Debo confesaros,
señores académicos, que cuando en la silenciosa quietud de mi hogar recibí la
tan grata y cuanto comprometedora noticia, acudió a mi mente una escena que
rompe los moldes ordinarios y sube al
plano de lo heroico: caminando a duras penas
por la ciudad de Eisenach, un hombre andrajoso topó un día con la Reina. Ella, sin olvidar la majestad de
su rango, despojóse de su manto y con las tibias manos reales colocó sobre las carnes del mendigo la fascinante púrpura”
“Pensé entonces, que
de análoga manera, vosotros, con magnitud propia de reyes y lo sois de la
Inteligencia –me cubráis con el manto
de real de la elección”
Si,
estimados académicos, apenas soy
un principiante que desea beber de la sabiduría de los mayores, de escudriñar
el signo de los tiempos, transportarme en la maquina del tiempo y viajar por
los interminables ríos por donde
discurre las gotas cristalinas de los saberes del ayer y del aquí y el ahora
con proyección de futuro.
Sea pues, este momento para expresar mi
gratitud a tan distinguidos académicos; Dr., Dr. Luis Hernández Contreras, Dr. Roberto Esteban Avendaño, Economista Hilarión
Pulido, Presbítero Dr. Javier García Mora, Dra. Inés Ferrero y a todos aquellos
que postularon y dieron apoyo para acogerme en el seno de la academia de Historia
del Táchira, sea mi respuesta de empeñarme en seguir vuestro ejemplo, a fin de corresponder,
en la medida de mis posibilidades, al gesto del que Ustedes me ha honrado.
Sobre mis espaldas, una tradición de cronistas, historiadores e investigadores y
academias de historia dentro y fuera del país que han recogido los testimonios escritos en
la roca, documentos, fuentes primarias y secundarias de la historia, en la
tradición oral y que han sido llevadas a
boletines en las diversas academias donde reposan para ser
avivadas por el apasionado
lector e investigador ; tantos
libros y artículos sobre la historia
viva de nuestros pueblos y su gente han
sido publicados después de un arduo trabajo de investigación y llevados al libro,
revista , páginas web o al libro y
revista electrónica acorde con las nuevas tecnologías que impone la sociedad
del conocimiento , la telemática y la
informática.
El
historiador jamás deja su oficio de
escudriñar la memoria nómada de los tiempos; su
quehacer es viajar por ese gran océano donde guarda en su interior la
riqueza de las huellas dejadas por el hombre en el tiempo y en el espacio.
El Táchira es una región desbordada de historia desde sus primitivos habitantes que
plasmaron su presencia en pictográficas figuras sobre la madre roca,
hasta el arribo del bizarro aventurero
español en su penetración y poblamiento de estas tierras.
Una
larga historia Colonial escrita por cronistas y por escritores mas cercanos como: Lucas Guillermo Castillo Lara en su libro Raíces Pobladoras del Táchira , Táriba,
Guásimos ( Palmira) Capacho , Elementos Historiales de San Cristóbal Colonial ,
el proceso formativo, San Cristóbal siglo XVII. Tiempo de Aleudar, La Grita una ciudad que Grita su silencio, de la biblioteca de
autores y temas tachirenses, Historia del Estado Táchira de Tulio Chiossone,
Las Lomas Del Viento de Horacio Cárdenas
Becerra, Imagen del Táchira de Rafael María Rosales o la Historia
Eclesiástica del Táchira de Luis Gilberto Santander Ramírez .Capacho un pueblo
de Indios en la Jurisdicción de La Villa de San Cristóbal de Inés Cecilia Ferrer
o el libro Becerro de la Grita de Yariesa Lugo.
Un Táchira deseosa de libertad en las luchas de independencia, presencia activa en las gestas
emancipadoras nos comenta Ramón J Velázquez
“El 28 de octubre de
1810 se reunieron los vecinos de San
Cristóbal para para Constituir La Junta Soberana de Gobierno y destituyeron al
Teniente José Andrés Sánchez y a ese
energúmeno realista llamado Don Manuel
Catel, quien poco después escribe una Carta a don Gervasio Rubio en la que califica al pueblo de grosero
y facineroso por el solo hecho de haber
reclamado sus legítimos fueros”
El Táchira le abre las puertas al Libertador
Simón Bolívar en 1813 con la Campaña
Admirable y en 1820, preparación y vísperas de la batalla de Carabobo , Bolívar
vive en la Villa de San Cristóbal , días de suma importancia para la
independencia de Venezuela , solo nos basta con leer la correspondencia de esos
días para comprender la magnitud de esos momentos históricos , acaso no se
realizaron en agosto de 1820 , las primeras conferencias diplomáticas de
Colombia entre los comisionados de Morillo, Herrera y González y los venezolanos de Bolívar , Urdaneta y
Briceño Méndez.
El Táchira no ha sido ajeno a las contiendas
políticas del Periodo Republicano entre Liberales y Conservadores; Ramón J
Velázquez recogió todo el fragor
de la lucha política de aquella época del siglo XIX , revisó los
archivos correspondientes , hizo un minucioso análisis de la correspondencia
que sostuvieron varios tachirenses entre ellos las Memorias del General
Francisco Alvarado y las cartas de don Santiago Briceño . don Francisco
Betancourt Sosa en su libro “La
federación en el Táchira” ;Los escritos sobre política y literatura de Luis
López Méndez ; Las ideas Políticas en el Táchira de los años 70 del siglo XIX a
la Segunda del Siglo XX de Ramón González Escórihuela ;Las haciendas cafeteras
y su producción :valles de Cucutá y Táchira 1840 ; Táchira Fronterizo de Arturo Guillermo Muñoz; EL
Táchira Histórico de Ricardo González Balbuena.
La llegada de los Tachirenses al poder hacen florecer
una serie de libros, textos, pasquines y gran cantidad de literatura, como la
bibliografía comentada de la era de Cipriano Castro 1899 -1908 de William M
Suvillan ; Confidencias Imaginarias de
Juan Vicente Gómez de Ramón J Velázquez. ; De Ocumare a Miraflores de Nemesio Parada; Hegemonía Andina y Pérez Jiménez de Antonio
Pérez Vivas ; el 18 de Octubre y la Problemática Venezolana actual 1945 – 1979
de Edito José Ramírez, hasta llegar a 100 años de Historia del Táchira del Luis
Hernández Contreras y muchos otros publicados por la Biblioteca
Temas y Autores Tachirenses , periódicos y revistas regionales .
Toda esta tradición histórica en nuestra
región hace posible que el joven Ramón J Velázquez desde el glorioso Salón de
Lectura de la Ciudad de San Cristóbal se
diera la idea de crear Centro de Historia del Táchira el 18 de febrero de 1942
, materializándose por decreto el 8 de octubre de 1942 y luego reconocida mediante decreto de La
Gobernación de Estado Táchira el 23 de mayo de 1950 ,
Por allí cabalgaron hombres de la talla de Ramón J Velázquez, Monseñor Raúl Méndez Moncada Aurelio Ferrero
Tamayo ,Hernán Rosales, , Marcos Figueroa, , Miguel Otero Sosa, , Tulio López Ramírez,
; Luis Anselmo Díaz ,Rafael María Rosales , José Mardonio González, , Cesar Casas
Medina , Monseñor Carlos Sánchez Espejo , . Pedro Pablo Morales, Dr. Hugo Murzi , Luis Miguel Marciales , ,
José Rafael Romero Tamayo , Manuel Osorio Velazco, Horacio Cárdenas Becerra, , Xuan
Tomas García Tamayo , Cristina Ferrero Tamayo, Leonardo Ruiz Pineda y muchos
otro que mantuvieron en el tiempo el Centro de Historia del Táchira.
Por los años 50 en plena dictadura de Marcos
Pérez Jiménez tuvieron el decidido apoyo del Gobernador del Estado hombre
consustanciado con las letras y la historia
Antonio Pérez Vivas; los inicios de la democracia tuvieron el soporte del Gobernador
Dr. Juan Galeazzi Contreras quien atendió el llamado de los historiadores para
la publicación en la imprenta del Estado de los trabajos historiográficos
elaborados por los representantes del
Centro de Historia del Táchira.
El rio de la Historia como manantial
no se detiene y sus vertientes dan nacimiento a otra figura esta vez mas elevada a la jerarquía de Academia de Historia
del Táchira el 23 de mayo de 1992 por
decreto número 39, siendo gobernador del Estado Táchira el Lic. . Francisco Ron Sandoval.
Siendo
su primer Presidente el ilustrísimo sacerdote Monseñor Raúl Méndez Moncada
entre los años (1992 -1994) , luego monseñor Nelson Arellano Roa (1994 -1995),
Lic. Nerio Leal Chacón /1995-1996) , Dr.
José Joaquín Villamizar Molina (1996-1997); Monseñor Raúl Méndez Moncada (1998..
1999), Dr. Luis Hernández Contreras (2000 -2002) Dra. Inés Cecilia Ferrero 2002
-2004) Lic. Samir Sánchez Escalante (2004 _2006), Dr. José Pascual Mora García 2006
-2008) Dr. Roberto Esteban Avendaño (2008
–2010(, Lic. José Ernesto Becerra Golindano 2010 2012,; Presbítero Dr. Luis
Gilberto Santander en (2012- 2014); Lic. José Ernesto Becerra Golindano (2014, 2016)
; Dr. Roberto Esteban Avendaño (2016- 2018). Dr. Luis Hernández Contreras /2018 _2021)
y hoy será juramentado el presbítero
Dr. Javier García Mora/ ( 2021-2023)
Estimados academicistas, permitirme que en
este primer encuentre, les converse
sobre la permanencia de Leonardo Ruiz Pineda en sus albores juveniles por la
ciudad de San Cristóbal en tiempos de turbulencia política, dictadura Gomecista
y la férrea opresión de Eustoquio Gómez, en una sociedad sometida a los
vaivenes y caprichos de hombres recios que en nada aportaban a la educación
y la
cultura de los pueblos siendo su mayor interés el comercio que llenaba
sus arcas personales y silenciaba bajo
el signo del terror toda disidencia y perseguía hasta el destierro , cárcel
o muerte a las mentes libertarias .
Pero también en aquella tormentosa sociedad
Tachirense hubo hombres y mujeres con ideas preclaras que podemos sacarlas del
torbellino de la indiferencia, resucitarlos en la memoria nómada en las
neblinas de nuestros pensamientos y escuchar sus voces en el tiempo y saber
ahora que no son fantasmas que solo viven
en las paginas de amarillentos periódicos y desteñidas revistas, hombres y mujeres
valientes que reclamaban pese a las ataduras de una férrea dictadura la vigencia del pensamiento
liberatorio y rebelde de Leonardo Ruiz
Pineda .
Leonardo como todo niño andino
recibió, sus primeras lecciones en su hogar santificado por el trabajo y el amor,
más tarde en la escuela de su comunidad rubiense, sus maestros le fueron moldeando el alma, el carácter, el temple, el
pensamiento libertario del niño Leonardo en un ambiente de ciudad
fronteriza.
Cuando se vive bajo el acoso de la opresión, la esclavitud y no hay
signos de libertad; el hombre se aferra a los saberes de quienes abren senderos
de justicia y libertad, el niño Leonardo observa y va interiorizando todo
cuanto oye y ve de sus abnegados padres,
maestros, sacerdotes, amigos; de todos bebe sabiduría y va sembrando semillas
de fe y optimismo para alcanzar la gloriosa libertad de un país sometido
por una cruel y larga dictadura.
Desde muy pequeño Leonardo fue descubriendo su vocación de lucha y fe en la libertad; pues todas las
conversaciones que oía a baja voz y con temor de sus mayores, era sobre un
Táchira estancado en las garras manos de un
poderoso hombre Eustoquio Gómez.
En medio de tanta oscuridad en su Pontalida ciudad de Rubio, también se
encendían luces; oía por entre los muros, los grandes corredores y en la sobre
mesa a hombres hablando en cubierta de crímenes
del gobierno; asilados, perseguidos, encarcelados, presos e invasores.
Rubio estaba muy cerca de la frontera con norte de Santander Colombia y
llegaban junto al Contrabando o comercio legal periódicos, revistas
provenientes de Bogotá, donde se leía con inusitado fervor lo que acontecía en
el Congreso colombiano; los debates parlamentarios que encendían el pensamiento
del niño Leonardo
Ramón Jota Velázquez interiorizó
el pensamiento de aquel niño y se hacia la siguiente pregunta ¿Porque
aquí en Venezuela no se puede hablar? ,
¿Por que se vive bajo el acoso del terror y el miedo ¿ ¡ Que Hacer?
Creo que no ha variado la pregunta en los actuales momentos cuando estamos
en unas circunstancias muy similares de acoso, miedo y terror.
Salir de su tierra natal para continuar estudios de bachillerato en San Cristóbal era su anhelo, una de sus mas intensas emociones, hacer realidad su visualización, estudiar en el Liceo Simón Bolívar
Para Leonardo el liceo Simón Bolívar
“ Era el centro de gravedad del mundo recién descubierto.
Pues a su alrededor giraba la cultura
del Táchira y constituía un punto de apoyo
de una generación que entraba
tumultuosa en la historia, abriéndose paso en el empuje de sus pechos gallardos,
frescas todavía sus sienes de las huellas cálidas de sus sueños. Leonardo había
edificado su fantasía en un ordenamiento mental de los grandes estadios de la
cultura nacional y dentro de ellos tenía
preminencia luminosa aquel liceo que era centro de destellos poderosos,
principio y fin de las humanas ambiciones “.
La dinámica diaria de la cotidianidad en San Cristóbal le va revelando
que la vida cultural del Táchira era de una pobreza monótona y precaria. La
dictadura Gomecista asfixiaba todo esfuerzo de pensamiento renovador y
progresista que pretendiera destruir el
orden tradicional que regía el mundo de la intelectualidad.
El joven Leonardo entendía que la cultura no era un afán superador para
trajinar rumbos de conquista en el avance de los pueblos.
Venezuela vivía estacionada, frenada e indiferente al hondo sacudimiento histórico que conmovía los cimientos de la civilización americana.
Expresa el Joven Leonardo “que las
corrientes del pensamiento atravesaban subterráneamente nuestra porción geográfica, contenidas por
una disciplina policial que no permitía
su penetración en los linderos del pueblo esclavizado. El pensamiento
sociológico de la época pugnaba en los territorios vecinos al nuestro, deseoso
de desbordarse sobre una comunidad ávida de orientaciones: la renovación
filosófica de las corrientes históricas contemporáneas llegaba hasta las
fronteras del país;
La Republica ignoraba la dinámica de las nuevas
sociedades y estaba al margen de las recientes conquistas de la cultura en el
ámbito político, literario, especulativo y sociológico.
Dentro de aquel mundo así limitado e incomunicado vivía el Táchira, un pueblo
en cuyo territorio habían nacido los hombres que constituían la brigada
instalada en el poder.
Como nos veía Leonardo,
“un pueblo de formación mental aldeana,
simplista y sencillo, de vida casi bucólica, instalado a la orilla de las
faenas rurales, que no podía presentir el significado de las poderosas corrientes
de del pensamiento americano”.
Leonardo manifiesta “ que allí en ese pequeño
escenario delimitaciones humanas y sociales, era donde actuaba el liceo Simón
Bolívar para educar a hijos de campesinos, de propietarios rurales, de pequeños comerciantes,
de hombres de fortuna política, de ambiciosos que habían hecho su nombre y
posición agazapándose detrás de la oportunidad”
Expone Leonardo “que en medio de aquella mediocridad
humana del lugar había un hombre que destellaba en ese enardecido ambiente pues
se trataba de Carlos Rangel Lamus , Así se explica como en el Táchira los
periódicos , círculos de tertulia pueblerina , los pequeños grupos de
pretensión literaria hablaran de él como un Mesías.”
Los periódicos de la época estaban nutridos de versos llorosos y lánguidos,
cubiertas sus páginas con narraciones sentimentales,
desprovistas de un solo detalle afirmativo.
Las tertulias literarias agrupaban a mozos desorientados que leían
Vargas Vilas, Isaac, Dumas, Montepin.
Sus maestros fueron Carlos Rangel Ramos en Botánica ; Ramón Velázquez
les daba Gramática Castellana , Aritmética y Latín ; Humberto Segnini , Historia
y Geografía Universal ; Amalia Martin , Francés y Dibujo .
De Carlos Rangel Lamus tiene Leonardo aquella clase de botánica, sobre
el porvenir que les esperaba y les decía:
“Entender la vida del árbol es elevarse a buscar a Dios,
ponerle alas al espíritu para que
ascienda al infinito. Vean Ustedes que en la naturaleza todo aspira a elevarse.
Las alas son el tributo supremo para escalar la altura. El hombre es sólo un
peldaño en la escala biológica y en ella ocupa el lugar descollante por ser de
pensamiento y conciencia”
La población estudiantil era una mezcla confusa y heterogénea de mentalidades e inclinaciones, espontaneas
las unas y contenidas las otras. Hijos
de hacendados ricos que habían sido
enviados al liceo por el orgullo del
nuevo riquísimo de sus padres que aspiraban a educar en el descendiente su
pasado de ignorancia ; muchachos extraviados en su inquietud juvenil ,
inadaptados para toda actividad intelectual pero remitidos por el padre que aspiraba formarlo hombre y gran ciudadano
, hijos del pueblo , afanosos de aprendizaje , dispuestos abrirse camino en su
marcha cerrada hacia el porvenir ; jóvenes soñadores e idealistas , movidos por
el entusiasmo puro de los quince años ,
sin sombras de obscuridad en su espíritu.
El choque fuerte para Leonardo es cuando descubre en aquel ambiente
estudiantil que solo podía leerse bajo la dirección intelectual de quienes
ejercían la supremacía; estaba terminantemente prohibido poseer libros que no
fuesen de enseñanza y toda lectura extraña era motivo de vigilancia, entonces
dijo me di a “observar, a cavilar y aprender”
Lo prohibido se busca mas que lo obligado, fue cuando inició las
secretas atracciones afectivas y armoniosas de la poesía. Y vino su entrega a
la lectura escondida, allí estaba en su curso el Zuliano Ciro Urdaneta Bravo ,
de temperamento poético , diestro en la armoniosa expresión del poema , a su lado empezó a penetrar en el
vigoroso y musical mundo de la poesía Venezolana .
Conoció rápidamente el panorama literario y poético de la época, se familiarizó en la lectura e interpretación
de los principales nombres que para entonces regían en el ambiente literario nacional.
Se fue convirtiendo en un lector apasionado deseoso de empaparse de las
grandes obras del pensamiento nacional.
Leyó a Doña Bárbara y aprendió a
venerar a Rómulo Gallegos que a sus 14 años le veía como un gran símbolo,
atractivo y casi alucinante, al poeta
Andrés Eloy Blanco que le brindó
placidas horas de paz espiritual.
Paralelamente a sus lecturas trascurría la vida ordinaria del liceo entre tertulias con los compañeros de estudio
, donde se trataban temas diversos que daban colorido variado y pintoresco a la vida
de las confidencias ; se narraban anécdotas sobre sucesos políticos regionales
; se comentaban los rumores que a veces llegaban a hasta allí desde la lejana Caracas , practicaban deporte como béisbol y futbol .
Dice Leonardo “ descubrí aquel camino de las armas con mis
dos sonetos que fueron publicados en la
revista NAUTILUS de la Asociación de Estudiantes del Táchira , allí estaban
Ciro Urdaneta Bravo y Abran Ramírez Gonzales una triada que emanaba poesía por
todos los poros” ,.
Expresa Leonardo que sus primeras
producciones poéticas estaban animadas de una sofocante sensación de cansancio
sentimental , revelación de las influencias pesimistas que ejercían los autores decadentes , que era
lo único que caían a sus manos .era necesario saber lo que ocurría en el
ambiente cultural y literario en Caracas con Fernando Paz Castillo, Jacinto
Fombona Pachano , Alberto Arvelo Torrealba , Waldo Frank , el cual el mismo le diría de su categórica
influencia en el mundo intelectual , la presencia de Luis Alberto Sánchez , Germán
Arciniegas , Torres Bodet , María Blanca Sabas Aloma.
En realidad eran jóvenes en
ardiente llama que en la clandestinidad huyendo de sus guardianes del liceo
devoran aquellos textos y que luego en fascinantes tertulias eran capaces de
encender el fuego de la intelectualidad.
El cuento nacional también llega
a las manos de Leonardo y adquiría un despertar , una nueva mirada, leían con devoción los escritos de Salazar Domínguez , Casto
Fulgencio López , Uslar Pietri , Carlos
Eduardo Frías y del Griteño Antonio Quintero García y muchos otros , todo este
conocimiento de lo nacional , de su geografía y su gente , cambiaron su caparazón poético y su poesía perdió el
acento melancólico que le daban ese acento
sentimental de congoja y tomó el
estilo de “vanguardia sugerente” , escribió
poemas variados en la revistas Nautilus
, Patria , Esfuerzos y Mi Terruño,
En el Semanario Esfuerzos fundado por Hernán Rosales,
se convirtió Leonardo en el redactor único de aquella hoja periodística, allí
redactaba notas diversas, insertaba cuentos, editoriales sobre temas abstractos,
bajo la orientación de un veterano periodista liberal colombiano , pues el experimentado
periodista vio en Leonardo una vocación
periodística.
Desde ese semanario tuvo
polémicas locales, la primera de ellas con el redactor de “El Andino” Rafael María Rosales, sobre temas de
generalidad literarias. Fue una polémica desorientada, anárquica, sin bases de
pugna intelectual. Aquel había criticado adversamente alguno de sus poemas,
Leonardo reaccionó violentamente acusándolo “que el viejo espíritu y reaccionario
del pensamiento no podía interpretar las corrientes renovadoras de la poesía y
la literatura nacionales.”
El espíritu rebelde y de inconformismo
para con algunos de sus docentes del Liceo Simón Bolívar , su sentido de análisis se convencía lentamente
de la precariedad de sus conocimientos, de la total ignorancia de cultura
general , pues merecían atención respetuosa Carlos Rangel Lamus , Ramón
Velázquez y Roberto Villasmil , nada se podía hacer frete aquella situación de
métodos o contra la ineficacia intelectual del profesorado .
Escribe Leonardo
“EL medio y la época nos tenían anulada la voluntad de acción. La
conformidad, el temor y el miedo nos habían aplastado. Éramos la obra de un
sistema de educación que sometía el espíritu
a la ciega obediencia, al silencio sumiso, a la resignada aceptación de
los hechos. Nuestras débiles personalidades
estaban siendo aniquiladas bajo el peso de un régimen dominador y enervante”
Dos
hechos que hacen declinar a Leonardo de seguir siendo alumno del Liceo Simón
Bolívar y pide a su padre que lo traslade a Caracas.
Una tarde cundió la noticia de que el general Juan Pablo Peñaloza había sido detenido cerca de la Fundación,
por donde recorría en unión de un nutrido grupo antigomescista el accidentado territorio de Uribante.
Acostumbraba a travesar la frontera el viejo guerrillero, en aventuras
de combates fulgurantes que daban acento épico a sus andanzas audaces y arriesgadas.
Juan Pablo Peñalosa había sido capturado por los perseguidores gubernamentales que lo acosaron bajo la dirección de José
Antonio González, jefe Civil del Distrito Cárdenas y viejo compañero de luchas
del General Peñaloza.
Los estudiantes del liceo Simón Bolívar en medio de pugnas, fricciones
de comentarios, pues un grupo de mostró jubiloso por el suceso y solicitaron
permiso para presenciar el arribo del
viejo guerrillero que entró a la ciudad
en un automóvil descubierto, al lado de José Antonio González, quien lo exhibía
como trofeo, pero custodiándose la
espalda con un recio puñado de fusileros parameños y cedraleros.
..Entre aquella marejada de la
curiosidad de la gente algunos estudiantes levantaron la voz y lanzó crudas insolencias contra Juan
Vicente Gómez, José Antonio González y
el régimen.
Lo cierto es que una mayoría de
tachirenses hervía de impotente indignación ante aquel hecho. A los meses, José
Antonio González recibía el galardón administrativo por sus habilidades al ser promovido a presidente de Estado
Otro hecho absurdo golpeó el espíritu de rebeldía e inconformidad de Leonardo;
Un grupo de estudiantes dio calor a la idea de colocar el retrato de José
Antonio González en el salón Principal del liceo Simón Bolívar, como homenaje a quien se
debería considerar como protector del Instituto los proponentes fueron Antonio
Pérez Vivas, Simón Barrera y Laviosa
Colmenares.
El Estudiantado vibraba de indignación ante la escandalosa demostración
de Servilismo.
El profesor Ramón J Velázquez,
deseoso de impedir aquella exhibición de servilismo y de poner en evidencia la
magnitud del pecado se adelantó a proponer que en el lugar del retrato de José
Antonio González colocaran de una vez, el de Juan Vicente Gómez.
Leonardo es amonestado por sus acciones de rebeldía e inconformidad.
Leonardo no reconoció las amonestaciones de la dirección, no aceptó la
sanción de privarse de su salida dominical y decidió abandonar el liceo desafiando todos los riesgos, ese día
lo siguieron los estudiantes José Rosario Osorio y Luis Rincón Santos.
En el autobús que le conducía a Rubio, silencioso, replegado sobre sus reflexiones,
en confidencias consigo mismo, iba de regreso definitivo hacia su pueblo Rubio,
huyendo de aquel Liceo que había sido su sueño a los 14 años, era el retorno de
un experimento fallido, del fracaso que había absorbido sus mejores esperanzas,
en cuanto y puro y diáfano había en el espíritu de la primera adolescencia de aquella mañana de septiembre de 1930 y solo
regresará al Táchira en 1940 cuando funda el Diario Frontera y Preside el Salón de Lectura de San
Cristóbal , en 1941 constituye en esta ciudad la seccional de Acción
Democrática y es nombrado Presidente del Estado Táchira entre 1946 -1948.
Señores, Gracias
Individuo de número de la Academia de Historia del Táchira Omar
Contreras Molina
San Cristóbal 14 de Abril de 2021.
Bibliografía Consultada
Pagina Web de la Academia de
Historia del Táchira
Boletín de La Academia Nacional de la Historia (1977) , Carlos Sánchez Espejo , figuras preclaras
del Clero tachirense , Tomo LX Julio Septiembre de 1977 . N 239. Pagina 541
.Caracas.
Diccionario Fundación Polar Historia de Venezuela (1988) Editorial
Ex libres, Caracas
Rosales, Rafael María (1990) Imagen del Táchira, Publicaciones Monfort
SRL, Caracas
Ruiz Pineda Leonardo (1961) Ventanas al Mundo, N 17 Biblioteca y Temas de Autores y Temas Tachirenses, Edición Cuatricentenario. Caracas.