El Padre Pedro María Morales
Tomado de Diario Católico del 22/04/06
Ayer hubo un acto muy importante en Lobatera en que se recordaron los 100 años de
Con ese motivo
Entre las cosas que dijo Mons. Méndez está el que era un hombre de una gran cultura y muy progresista y por eso fundó
Fundó también un Centro Cultural y se preocupó como el que más por el adelanto de Lobatera
El frontis del templo, una obra de gran arquitectura está hablando de la preocupación del Padre Morales para hacer en honor de Dios una casa lo más digna posible. Esas torres, esa fachada son un monumento levantado por el Padre Morales al Dios de las alturas.
Murió a temprana edad; no habla cumplido tos 50 años pero dejó un recuerdo imperecedero.
Bien está que Lobatera le haya dado su nombre a una Avenida y haya colocado un busto de este insigne sacerdote en un lugar bien visible de la ciudad.
Discurso de Monseñor Méndez Moncada en la Iglesia de Lobatera el 20/04/06:
El 22 de Febrero pasado se cumplieran cien años del nacimiento del Padre Pedro Maria Morales que tiene gran vinculación con esta parroquia de Lobatera puesto que aquí pasó gran parte de su vida y desarrolló una fecunda labor.
Nació en un sitio llamado
Al tiempo de haber muerto sus progenitores el Padre Morales trasladó sus restos a
De pequeño leí esta inscripción y todavía la recuerdo. Por la línea paterna era pariente muy cercano del General Espíritu Santo Morales, famoso líder liberal del Gran Estado Los Andes a fines del siglo XVIII cuya presidencia desempeñó por varios años hasta que lo derrocó el Gral. Cipriano Castro en
Entre la generación de los Morales cabe destacar al Comandante Calos Morales, sobrino del Padre Pedro Maria, que fue Gobernador del Estado Lara. Allí quedó impresa su huella en ese obelisco símbolo de Barquisimeto construido durante su mandato.
Habría que destacar al Dr. Ramón Vicente Casanova Rector de
Habría que nombrar al Dr. Fabio Méndez Moncada. Presidente de
El Padre Morales hizo sus estudios de Bachillerato en el Colegio de Mons. Jáuregui en
Para terminar sus estudios fue enviado, junto con otros compañeros a Curazao donde el Obispo de Mérida había construido un Seminario puesto que en Venezuela desde tiempos del General Guzmán Blanco estos Institutos de estudios eclesiásticos estaban cerrados.
Regresó muy enfermo de los pulmones, para ser ordenado por Mons. Antonio Ramón Silva en San Antonio y venirse luego a su casa de
Dizque dormía en un colchón de helechos y todas las mañanas tomaba un vaso de leche recién ordeñada con un poco de Brandy (remedos de la época). El reposo y la paz de aquel lugar, la alimentación adecuada. Fueron parte para que poco a poco fuera recuperando la salud.
Ya bastante restablecido fue enviado a Táriba a ayudar al párroco en las actividades de la parroquia.
Allí entabló estrecha amistad con el Dr. Domingo Antonio Colmenares a quien por razones de salud tenía que visitar con frecuencia. Este médico le facilitó libros y le dio muchos conocimientos de medicina que después utilizarla aquí en Lobatera.
En 1904 llega a esta población, joven, lleno de entusiasmo Con ánimo de llevar adelante un gran tarea espiritual.
Desde el principio se captó el aprecio de todo el pueblo por su simpatía, su gran don de gente, su gran espíritu de servicio y por su entrega a la gran misión que se le habla encomendado.
Uno de los primeros proyectos fue construir
Puso manos a la obra y poco a poco fue surgiendo el nuevo templo con este hermoso frontis que es un gran monumento levantado por el Padre Morales a la gloria de Dios
El Padre Morales Era un hombre de una gran cultura Tenía una magnífica biblioteca y en ella
Un viajero ilustrado de Caracas que hizo un viaje por esta región del Táchira en 1913 el Dr. .Juvenal Anzola, se expresa así e Lobatera y del Padre Morales
“Lobatera es alegre, el valle poético, sus contornos exhiben valles verdes y en el espíritu de sus moradores la luz de su sol y la alegría de aquella naturaleza viva se manifiesta en todo su esplendor; las campestres flores brillan y son exquisitos adornos y prodigios de fragancia.
Hay en el lugar aliento de generosa vida y movimiento mercantil: conté siete tiendas mixtas, 10 bodegas, 8 pulperías, un b111a una botica y dos hoteles. El cura de Lobatera es un sacerdote joven, estudioso, ilustrado, progresista. Ha trasformado
Es hombre el Presbítero Pedro María Morales llamado por sus méritos a sobresalir en
Estos son los conceptos elogiosos del IX Juvenal Anzola, sobre el Padre Morales.
A la par de culto era tan buen orador que se le llamaba a predicar en las fiestas y en otros acontecimientos importantes
El Obispo de
El Sr. Obispo optó por dejarlo en Lobatera. Lástima que no hubiera dejado nada escrito se le hubiera leido con mucho Interés.
Entre la obras de progreso que el Padre Morales promovió en Lobatera, esta la fundación el 19 de Abril de 1906 de la banda a la que dio el nombre de “Sucre”. Desde entonces esta banda ha solemnizado la fiestas, tanto patrióticas como religiosas.
Y a esto habría que agregarle en 1908 la creación de un colegio de segunda enseñanza para señoritas en que recibió la valiosa ayuda de la escritora y poetisa Cora Sánchez de Terán y de Maña Antonio Mora
En 1914, con la colaboración de don Alejandro Rojas Figueroa, funda un centro de cultura y recreo para la culturización de la juventud.
Y en 1917, por iniciativa del Padre morales una junta de Padres de familia estableció el Colegio Santo Tomás de Aquino, para que los varones recibieran una educación de acuerdo con los principios morales y religiosos Para regir este colegio vinieron de Colombia el Pbro. José Villamizar y el Sr. Efraín García. Como se ve el Padre Morales quería hacer de su parroquia Lobatera un pueblo culto y religioso.
Pero, lo que más hizo mas celebre al Padre Morales fue su afición y acierta a la medicina.
En aquel tiempo en que solo había algún médico en San Cristóbal, la gente acudía a los empíricos, para recuperar la salud perdida. Yen el Padre Morales se unían dos condiciones, para que los enfermos acudieran a él: el ser Sacerdote y el ser muy acertado en sus diagnósticos y tratamientos.
Lobatera se veía todos los días visitada por cantidad de gente que venia en busca del Padre Morales para que los atendiera en sus enfermedades o de algún familiar que estaba en cama. El Padre Morales tenla un ingenio chispeante. Me contaba el coronel José Antonio Mora Pérez, que siendo muy joven estaba en casa del Padre Lucio Becerra, párroco de Michelena cuando llegó el Padre Morales de paso para Colon a donde iba a predicar la fiesta de San Juan Bautista. Invitó al Padre Becerra para que lo acompañara y este se excusó diciendo que a él no lo hablan convidado.
Aguárdese un momento dijo el Padre Morales, búsqueme un papel y le ponemos un telegrama al Padre Eloy Párroco de Colón, diciéndole que vamos para allá
Le trajeron el papel y escribió:
“Presbítero Eloy Contreras. Colón
échele papas a la olla
y auméntele más menestrales
con perejil y cebolla
tuyos Becerra y Morales”.
El Coronel Mora Pérez llevó el telegrama al telegrafista Don Ello Pérez, padre del Dr. Antonio Pérez Vivas, que fue gobernador del estado en tiempos del General Marcos Pérez Jiménez. Don Elio se rió al leer el telegrama y el coronel Mora Pérez lo conservó en la memoria para relatármelo a mí en medio de sonrisas.
Cayó enfermo de gravedad el Padre Morales y era necesario traer un médico de San Cristóbal un médico para que lo viera. Uno de los pocos médicos que había era el Dr. Blanco, que vino cobrando la suma de mil pesos por sus servicios. El pueblo recogió este dinero, tanto apreciaba a su párroco que lo quería ver restablecido de salud. Pero la enf enfermedad fue implacable y ante el dolor de la feligresía murió el Padre Morales el 22 de noviembre de 1925.
Yo conocí al Padre Morales. Era mi padrino de confirmación. Siendo pequeño el Padre fue al Cobre a visitar a su hermana Doña Florinda; casada con tío Fidel Morales.
En la mañana salió a la esquina a contemplar el paisaje, yo estaba jugando en la plaza con otros compañeros. Alguien me dijo: «Ese es su padrino, vaya y le pide la bendición». Sal corriendo y le pedí la bendición. El me puso la mano en la cabeza y preguntó: «De quien es este muchachito». Le dijeron: «de Don Joaquín y Doña Rasolina”.
«A este es el ahijado., metió la mano en el bolsillo de la sotana y sacó un fuerte y me lo dió. Que alegría tan grande la mía Eso era un capital para mi; dígame 5 Bolívares. Salí corriendo y se los entregué a mi mamá para que me los guardara.
Es el recuerdo que tengo del Padre Morales
He aquí algo de su vida; bien está que Lobatera lo recuerde con cariño y gratitud y que le haya puesto su nombre a una de las avenidas y colocado su busto para la admiración de las generaciones futuras.