Crónica del Acto en Lobatera el 21/04/06

Lobatera de gala


por: J.J. Villamizar Molina *

Tomado de Diario de La Nación del 26/04/06



El pasado viernes 21 de abril ocurrió en esta ciudad un magnífico y extraordinario suceso, de esos que sólo se ven en nuestras ciudades cada cien años. La Academia de Historia del Táchira que preside el erudito y competente doctor José Pascual Mora García celebró, de 7 a 11 p.m., una sesión solemne en su iglesia con la finalidad de conmemorar el Primer Centenario de la Banda Sucre de esa localidad y los 130 años del nacimiento del Pbro. Br. Pedro María Morales, "sacerdote esclarecido" educador insigne, promotor social, religioso y cultural". El acto, sobria y elegantemente conducido por el secretario de la Academia, abogado Roberto E. Avendaño, fue abierto por el Presidente, quien después de dignificar los hechos que se conmemoraban, entregó acuerdos de reconocimiento a la Banda Sucre, al párroco de Lobatera, Iltmo. Mons. Erasmo Chacón; a la ciudadana alcaldesa, abogada Natalia Nacarid Chacón, y a la Banda Sinfónica del Táchira "Simón Bolívar". El majestuoso templo lucía esplendorosamente iluminado en su interior y exterior, dando a la ciudad una estampa de soberana belleza. El académico, doctor Luis Hernández Contreras, pronunció el primero de los discursos, recordando sucintamente la creación e historia de la banda centenaria. La segunda de las piezas oratorias fue pronunciada por el Iltmo. Mons. Raúl Méndez Moncada, decano de la Academia, quien hizo un sentido y hermoso panegírico del padre Pedro María Morales, con lo que conmovió hondamente al numeroso público que plenaba el templo.
Después de los dos discursos conmemorativos, tuvo ejecución un concierto de la Orquesta Sinfónica del Táchira "Simón Bolívar". Ante todo, debemos decir que nuestro estado se enorgullece de poseer una Sinfónica compuesta de tan pulidos músicos que le dan realce, categoría y unidad. Fueron 8 intervenciones con pentagramas de un selecto y variadísimo repertorio. Este exaltó, en primer lugar, tanto las composiciones interpretadas como a sus autores, fuesen de otros lares o
tachirenses”, entre ellos los maestros Marco Antonio Rivera Useche y Jesús Corrales Sánchez. Yo diría que lo único que faltó fue la música de Eloy Galaviz, el más grande de nuestros compositores, el "Paganini venezolano", como lo llamó entre muchos el maestro Mauricio Elías Soto Uribe, su amigo y autor del bambuco "Las Brisas de Pamplonita". La primera pieza que irrumpió en el concierto fue "San Cristóbal Andina". Dirigió la batuta el maestro Miguel Angel Chacón,
director de la Banda Sucre. Asumió entonces la dirección de la orquesta el muy calificado doctor y académico Luis Antonio Hernández Contreras. Debo confesar sinceramente lo que a mí me aconteció esa noche. En ninguno de los conciertos a los que he asistido, tanto en Venezuela como en los distintos continentes del mundo, había ocurrido que mi asiento quedase casi al frente del Director, de tal modo que yo tenía la selecta oportunidad de observar y analizar cada uno de los movimientos de su rostro y de sus músculos, de sus dedos, de sus manos, de sus muñecas, de sus brazos, cuello y cabeza, de todo él. Era una consubstanciación muy armónica, perfecta y disciplinada. En tal forma se revelaban magistrales las órdenes que impartía el Director a cada uno de los integrantes de la Orquesta. Todos los que le observaban quedaron admirados de tan coordinado esmero y sapiencia. El programa musical fue profuso y la capacidad y maestría de
variaciones en la temática eran tan perfectas que dejaban absortos a los oyentes. La iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Lobatera se convertía en una armoniosa caja de resonancia.

El acto estuvo realzado por el periodista Carlos Alviárez Sarmiento, quien intervino para hacer donación de calificados CDs de la banda; por un numeroso público, por la Alcaldesa y concejales del Municipio, por los señores individuos de número, entre ellos el doctor Samir Abdalá Sánchez Escalante, cronista de la ciudad de Lobatera, y el Prof. Tirso Sánchez Noguera, cronista de la ciudad de Táriba, y por los miembros honorarios de la Academia, los doctores Alberto López Cárdenas y Francisco Ramírez Espejo.

*Cronista de la ciudad de San Cristóbal