Prof. Felipe Guerrero
Individuo de Número Academia de
Estela es la que van dejando los cometas a medida que trazan sobre el escenario azul del firmamento sus órbitas que, según los entendidos, son elípticas. Pero no son estos cuerpos celestes los únicos seres de la creación en dibujarlas.
Las estelas a que ahora nos referirnos no pueden ser detectadas por ningún telescopio construido por el hombre, o por construir. La razón es que el Cielo sobre el cual se graban más que a fuego, pertenece a otra dimensión, no local ni imaginaria. Son las que dejan determinadas personas que en su peregrinaje terrenal van escribiendo la historia con el testimonio fulgurante de sus obras.
Si se entiende por estela el rastro que deja un cuerpo luminoso en movimiento, bien larga es la señal que dejó en esta comunidad el Padre Manuel María Lizardo.
El Padre Lizardo como se le conoce en nuestro medio, nació en Maracaibo en el año 1826 y ya a los treinta años de edad lo encontrarnos como primer Cura Párroco de la naciente Parroquia de San Juan Bautista, en la tradicional comunidad de
La intensidad de su vida ahoga los merecidos adjetivos. Su trayectoria como hombre público borra toda verbalización de los que separan la vida espiritual del permanente compromiso del cristiano con sus hermanos que es la única expresión del amor. Poco hablaba el Padre Lizardo del tema del amor, porque tenía la certeza de quien sabe que los principios son para vivirlos, para ejercerlos, pero que nunca deben ser tratados como adorno intelectual, ni para publicaciones alrededor de un divertimento moral.
El Padre Lizardo fue así, un ser humano congruente consigo mismo, con sus ideas, con sus semejantes. Fue un hombre que no daba cabida a las ambigüedades. Ya como sacerdote ejemplar, ya como constructor de templos, ya como Presidente de
Su vocación misionera iba actuando sobre el centro del cometa que era su corazón. Los linderos de la patria le quedaron estrechos y por eso lo vamos a encontrar llevando el testimonio de amor cristiano más allá de las fronteras. Chinacota y Cúcuta serán escenarios adecuados para la obra de bien de este servidor de la humanidad.
Como un justo reconocimiento a esta extraordinaria vida de servicio,
En cumplimiento de ese mandato, acompañamos a Monseñor Méndez Moncada a
Hemos iniciado con buen pie este laudable propósito de
Ojalá y toda la sociedad tachirense se sume a esta cruzada para el justo reconocimiento a un hombre.
Pbro. Dr. Manuel María Lizardo
El Pbro. Doctor Manuel Maria Lizardo nació en Maracaibo en el año de 1826. Cuando se creó
Su obra inmortal fue la creación del Hospital de Caridad, San Juan de Dios, el cual fundó en la manzana comprendida hoy entre las carreras sexta y séptima y las calles 12 y 13. El hospital se inaugura el 21 de enero de 1874. Su estadia en
En su gran estadia en el Táchira fue Presidente de
Drásticamente fue sacado del Estado Táchira, refugiándose en San Andrés, Chinácota y el Rosario de Cúcuta. En estas ciudades funda el Hospital San Juan de Dios de Chinácota y reconstruyó el templo en ruinas de
Tomado de la Obra del Pbro. Dr. Gilberto Santander Ramírez (1986), Historia Eclesiástica del Táchira, Tomo I, p.331