Sesión de incorporación del Dr. José Alberto Olivar y el Ing. Gerardo Suarez como Miembros Correspondientes de la Academia de Historia del Táchira
DESARROLLO
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SECRETARIO
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SE DA INICIO A ESTA SESIÓN SOLEMNE DE LA ACADEMIA DE HISTIORIA DEL
TÁCHIRA
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2
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PRESIDENTE
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BUENOS DIAS A TODOS LOS PRESENTES, SÍRVASE LEER EL ORDEN DEL DÍA
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3
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SECRETARIO
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1.- HIMNO DE VENEZUELA INTERPRETADO POR LOS ASISTENTES
2.- PALABRAS DE APERTURA A CARGO DEL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA
LICENCIADO JOSE ERNESTO BECERRA GOLINDANO
3.- LECTURA DEL INFORME DE LA COMISIÓN REVISORA DE LAS CREDENCIALES DE
LOS MIEMBROS CORRESPONDIENTES DR. JOSE ALBERTO OLIVAR E INGENIERO GERARDO
SUAREZ ESCALANTE A CARGO DE SU PRESIDENTE INDIVIDUO DE NUMERO LICENCIADO
NERIO ENRIQUE LEAL CHACÓN
4.- LECTURA DEL DISCURSO DE INCORPORACIÓN “LAS REFORMAS EDUCATIVAS
EMPRENDIDAS POR EL DR. RUBEN GONZALEZ 1922-1929, A CARGO DEL DR. JOSE ALBERTO
OLIVAR
5.- CONTESTACIÓN AL DR. JOSÉ ALBERTO OLIVAR A CARGO DE LA INDIVIDUO DE
NÚMERO DRA. LIGIA ESTHER MOGOLLÓN
6.- LECTURA DEL DISCURSO DE INCORPORACIÓN “HILDAMAR ESCALANTE, SEMBLANZA
BIOGRÁFICA” A CARGO DEL INGENIERO GERARDO SUAREZ ESCALANTE
7.- CONTESTACIÓN AL INGENIERO SUAREZ A CARGO DEL INDIVIDUO DE NÚMERO DR.
ROBERTO ESTEBAN AVENDAÑO
8.- TOMA DE JURAMENTO, ENTREGA DE CREDENCIAL E IMPOSICIÓN DE BOTÓN A
CARGO DEL PRESIDENTE LICENCIADO JOSE ERNESTO BECERRA GOLINDANO,
VICEPRESIDENTE PBRO. DR. LUIS GILBERTO SANTANDER RAMIREZ Y DECANO MONSEÑOR
DR. RAUL MENDEZ MONCADA
9.- PALABRAS DE CLAUSURA POR EL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA
10.- HIMNO DEL ESTADO TÁCHIRA
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4
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PRESIDENTE
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CIUDADANO SECRETARIO, PROCEDA CON EL DESARROLLO DEL ORDEN DEL DÍA PARA
LA PRESENTE SESIÓN SOLEMNE
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SECRETARIO
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1.- HIMNO DE VENEZUELA INTERPRETADO POR LOS ASISTENTES
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SECRETARIO
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2.- PALABRAS DE APERTURA A CARGO DEL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA
LICENCIADO JOSE ERNESTO BECERRA GOLINDANO
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7
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PRESIDENTE
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LECTURA
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8
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SECRETARIO
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3.- LECTURA DEL INFORME DE LA COMISIÓN REVISORA DE LAS CREDENCIALES DE
LOS MIEMBROS CORRESPONDIENTES DR. JOSE ALBERTO OLIVAR E INGENIERO GERARDO
SUAREZ ESCALANTE A CARGO DE SU PRESIDENTE INDIVIDUO DE NUMERO LICENCIADO
NERIO ENRIQUE LEAL CHACÓN
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9
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PDTE COMISION
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LECTURA
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SECRETARIO
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4.- LECTURA DEL DISCURSO DE INCORPORACIÓN “LAS REFORMAS EDUCATIVAS
EMPRENDIDAS POR EL DR. RUBEN GONZALEZ 1922-1929, A CARGO DEL DR. JOSE ALBERTO
OLIVAR
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PRESIDENTE
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SE DESIGNA A LOS INDIVIDUOS DE NÚMERO
DR ILDEFONSO MENDEZ SALCEDO Y DR RAMON GONZALEZ ESCORIHUELA
PARA ACOMPAÑAR AL DR OLIVAR A LA TRIBUNA DE ORADORES
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DR. OLIVAR
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LECTURA
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SECRETARIO
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5.- CONTESTACIÓN AL DR. JOSÉ ALBERTO OLIVAR A CARGO DE LA INDIVIDUO DE
NÚMERO DRA. LIGIA ESTHER MOGOLLÓN
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DRA. MOGOLLÓN
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LECTURA
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SECRETARIO
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6.- LECTURA DEL DISCURSO DE INCORPORACIÓN “HILDAMAR ESCALANTE, SEMBLANZA
BIOGRÁFICA” A CARGO DEL INGENIERO GERARDO SUAREZ ESCALANTE
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PRESIDENTE
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SE DESIGNA A LOS INDIVIDUOS DE NÚMERO DRA YARIESA LUGO MARMIGNON Y LICDO. JOSE
ANTONIO PULIDO PARA ACOMPAÑAR AL ING.
SUAREZ A LA TRIBUNA DE ORADORES
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ING. SUAREZ
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LECTURA
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SECRETARIO
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7.- CONTESTACIÓN AL INGENIERO SUAREZ A CARGO DEL INDIVIDUO DE NÚMERO DR.
ROBERTO ESTEBAN AVENDAÑO
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DR. AVENDAÑO
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LECTURA
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SECRETARIO
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8.- TOMA DE JURAMENTO, ENTREGA DE CREDENCIAL E IMPOSICIÓN DE BOTÓN A
CARGO DEL PRESIDENTE LICENCIADO JOSE ERNESTO BECERRA GOLINDANO,
VICEPRESIDENTE PBRO. DR. LUIS GILBERTO SANTANDER RAMIREZ Y DECANO MONSEÑOR
DR. RAUL MENDEZ MONCADA
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PRESIDENTE
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CIUDADANO SECRETARIO POR FAVOR DE LECTURA AL ARTÍCULO 3 DE LOS ESTATUTOS
DE LA ACADEMIA DE HISTORIA DEL TÁCHIRA
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SECRETARIO
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Artículo 3.- La
Academia de Historia del Táchira tiene por objetivos la conservación de la
memoria histórica del Estado, la preservación de su legado cultural así como
la promoción de la actividad creadora y de la investigación.
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SECRETARIO
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SE INVITA A LOS NUEVOS MIEMBROS CORRESPONDIENTES, AL PRESIDENTE,
PRESIDENTE Y DECANO PASAR AL FRENTE DEL PRESIDIUM
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PRESIDENTE
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Juráis cumplir los
deberes que, como Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del
Táchira, os imponen los Estatutos y Reglamentos de la Academia?
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VICEPRESIDENTE
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ENTREGA CREDENCIALES
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DECANO
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IMPONE BOTONES
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SECRETARIO
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9.- PALABRAS DE CLAUSURA POR EL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA
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PRESIDENTE
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LECTURA
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SECRETARIO
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10.- HIMNO DEL ESTADO TÁCHIRA
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PALABRAS
DEL LICENCIADO JOSE ERNESTO BECERRA GOLINDANO EN LA SESIÓN SOLEMNE DEL SÁBADO 3
DE MARZO DE 2016 CON MOTIVO DE LA INCORPORACIÓN DE LOS MIEMBROS
CORRESPONDIENTES DR. JOSE ALBERTO OLIVAR E INGENIERO GERARDO SUAREZ ESCALANTE
Ofrecemos nuestra bienvenida
a los invitados especiales y a los asistentes a esta sesión Solemne y presentamos
por supuesto el saludo a todos los miembros de la Academia de Historia del
Táchira.
De acuerdo con la Real
Academia, las primeras acepciones de Solemne indican un acto o ceremonia que se celebra con pompa o formalismos
extraordinarios, la primera, y que se
hace formalmente y acompañado de todos los requisitos necesarios por lo que
tiene validez legal, la segunda. La de hoy es una Sesión Solemne de la Academia
de Historia del Táchira reservadas por sus estatutos a la incorporación de
Individuos de Número y Miembros correspondientes, y también a la sesión
Aniversaria del 23 de mayo. Cumplimos pues con el significado de la expresión y
con nuestra normativa
Es también, a pesar de la formalidad
protocolar, una ocasión alegre pues
recibimos a dos nuevos hermanos en la Historia del Táchira. La Academia es
también una fraternidad muy bien entendida, quienes estamos en ella sentimos un
lazo de unión a la vez afectivo y respetuoso, por encima de diferencias que
entendemos y aceptamos. Hoy crece nuestra familia, es pues una ocasión festiva.
Nuestra Institución no es estridente o
escandalosa, todo lo contrario. Pero por esa discreción, los que no nos conocen
podrían llegar a pensar que estamos de
capa caída, por supuesto no es así. Voy a aprovechar para leer parte de la
misiva de nuestro Miembro Honorario Monseñor Doctor Baltazar Porras, Arzobispo
de Mérida quien nos dice, cito “…quiero
unirme al júbilo de la Corporación por la vitalidad que se expresa en la
incorporación de nuevos miembros, en las personas del Dr. Olivar y del buen
amigo el Ing. Gerardo Suárez Escalante…”, fin de la cita. La expresión de
Mons. Porras es compartida por nosotros, cada vez que recibimos un Miembro
Honorario, un Miembro Cronista, un Individuo de Número o, como hoy, un Miembro
Correspondiente, crecemos, vivimos, cumplimos con nuestros objetivos.
En lo personal, conozco a los dos nuevos
miembros correspondientes hace varios años. Al Dr. Olivar tuvimos el honor de
acompañarlo aquí en el Táchira cuando rastreaba las raíces de Román Cárdenas,
en un viaje que demostraba su acuciosidad en la investigación, en la búsqueda
de las fuentes. Desde esa época se mantiene una amistad que me honra. Al Ing.
Suárez también lo conozco desde hace varios años, primero por internet
intercambiando viejas fotos y datos de los alumnos del Colegio de Mons.
Jáuregui en La Grita, y después de conocerlo personalmente en uno de sus
frecuentes viajes a su tierra, hemos tenido largos intercambios de datos
genealógicos de El Cobre y Michelena, que se esconden desde siglos atrás y que tienen
algunas raíces comunes en el Bailadores de los siglos 16 y 17. También es una
amistad honrosa. En ambos casos han existido mutuos apoyos en la investigación
y divulgación histórica. Después de esos primeros acercamientos a la Academia,
la amistad ha unido a los nuevos miembros correspondientes con otros individuos
de número de la Academia. Recibimos con gran satisfacción la incorporación del
Dr. José Alberto Olivar y del Ingeniero Gerardo Suarez Escalante. Escucharemos
de ellos el resumen de dos investigaciones que dan luces no solo sobre dos
tachirenses excepcionales, poco o nada conocidos para la mayoría, sino también
sobre la época que les tocó vivir.
Concluyo estás palabras de apertura con 2
agradecimientos: uno al Ingeniero Luis Fernando Moreno Arias su colaboración
con la Academia y los académicos. Aunque no hace alarde de ello, ha apoyado a
diferentes académicos en emprendimientos históricos propios y a la Academia
como tal, especialmente para que el acto de hoy pueda realizarse. Y el otro a
los estudiantes de la UCAT que nos acompañan y que son el núcleo que conformará
el Centro de Historia de la UCAT “Dr. Ramón J. Velasquez”
A todos gracias por su presencia en esta Sesión
Solemne de la Academia de Historia del Táchira.
Discurso de incorporación
como Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del Táchira
Dr. José Alberto Olivar Pérez
Lic. José Ernesto Becerra
Golindano
Director de la Academia de
Historia del Táchira
Distinguidos Individuos de
Número
Señores Miembros
Correspondientes
Invitados especiales
Señoras y Señores
Permítaseme en primera instancia, invocar el nombre de Dios nuestro
Señor y a la divina Virgen de la Consolación, patrona del Táchira,para darle
las gracias por reunirnos en tan solemne acto.
En segundo lugar, manifestar mi sincero agradecimiento por la
gentileza de haberme designado miembro correspondiente de esta augusta
corporación académica. El honor que recibo en esta ocasión me compromete como
profesional, pero mucho más como ser humano ante la inmensa bondad de sus
integrantes.
Contadas han sido las ocasiones en que he tenido la oportunidad de
viajar a esta hermosa, cálida y maltratada tierra. La primera vez, lo hice para
seguirle la pista a los orígenes familiares de un personaje que centró mi
atención durante varios meses, me refiero a Román Cárdenas el célebre ministro
de Obras Públicas y Hacienda del general Gómez. La segunda experiencia la tuve
justamente aquí en este recinto cuando acudí gustoso a la toma de posesión de
la junta directiva de esta Academia, que entraba a presidir por vez primera don
José Ernesto Becerra para el bienio2010-2012.
Heme aquí entre vosotros nuevamente para cumplir con el honroso
requisito de dirigir este modesto discurso que versará sobre las REFORMAS
EDUCATIVAS EMPRENDIDAS POR EL DOCTOR RUBEN GONZÁLEZ, durante su gestión como
Ministro de Instrucción Pública entre 1922 y 1929.
Aprovecho para hacer la siguiente digresión, antes de dedicarme al
oficio de la Historia, mi primera formación transcurrió en una Escuela Técnica
que lleva por epónimo este hombre del Táchira. Nunca surcó por mi mente,
entonces adolescente, que algún día me correspondería hablar sobre aquella
figura de la que probablemente la mayoría de mis condiscípulos y tal vez
profesores desconocían por completo.
Como pueden apreciar, hoy no vengo a hablarles de caminos y
carreteras, mi línea madre de investigación. Sea propicia esta oportunidad que
me brinda la parábola de mi andar académico para compartir con tan selecta y
exigente audiencia este trabajo que forma parte de otra de mis inquietudes como
historiador y docente: la historia de la educación en Venezuela. Veamos.
Rubén González Cárdenas nacido en San Pedro de Capacho el 14
de marzo de 1875, era descendiente por ambas ramas familiares de los primeros fundadores
de pueblos en esta parte de los Andes y su confluencia con el resto de la
cordillera más allá de nuestras fronteras.Tuvo el privilegio de tener entre sus
maestros a Monseñor Jáuregui Moreno en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús de
la Grita, lo que lo hizo formar parte de la generación hombres que más tarde se
echarían a cuestas la ruda tarea de dar forma definitiva al Estado venezolano
tal como lo conocimos hasta hace unas décadas.
Estudioso por naturaleza, con un apetito voraz por el conocimiento,cursa
estudios de Derecho en Mérida y regresa con título en mano a su Táchira natal.
Participa en la agitada política doméstica, funge como Secretario General del
presidente estadal don Celestino Castro. Y en tal calidad anima la realización
de varias obras públicas, algunas de
ellas en San Cristóbal y de modo
especial en la tierra que lo vio nacer: Capacho.
Los registros de la época dan cuenta que
con motivo a la conmemoración del onomástico del general Cipriano Castro el 12
de octubre de 1903, fue organizada una gran celebración. Para la fecha, las
viejas rencillas entre los vecinos de los municipios Independencia y Libertad
se habían transado con la creación en 1901 del Distrito Castro, que vino a
unificarlos.
Sin embargo, los súbitos giros de la
política no le fueron extraños. Marcha al exilio del que se repatriará en 1917,
gracias a las gestiones de su pariente Román Cárdenas quien para entonces
gozaba de la venía del general Gómez.
De manera que el Doctor Rubén González,
inicia una nueva fase de su agitada vida pública, primero como Consultor
Jurídico del Ministerio de Hacienda, luego como Diputado del Táchira al
Congreso Nacional.
Allí queda reflejada su primera
participación en la confección del nuevo armazón jurídico que regirá al país
durante buena parte del siglo XX. Tuvo participación directa en la redacción de
las reformas de hacienda promovidas por el ministro Cárdenas y le correspondió
defender su contenido en las instancias justisdicionales
donde le tocó actuar.
Llamado a ocupar la cartera de Instrucción
Pública en septiembre de 1922, por motivo del fallecimiento de su titular el
doctor José Ladislao Andara, el nuevo ministro no dudó en abocarse a las
delicadas labores que se le encomendaba.
El contexto
de las reformas
Estudiosos de la evolución histórica de la educación venezolana,
como es el caso de Fernández Heres (2009) sostuvo que las reformas educativas llevadas
a cabo bajo el régimen gomecista, estuvieron enmarcadas bajo el signo de la secularización
docente y la liquidación del monopolio estatal en la enseñanza. Este hecho
venía perfilándose gracias al influjo del positivismo, cuyo impacto en el
escenario político e intelectual venezolano comenzó hacerse sentir desde
mediados del decimonono hasta alcanzar su cenit en el primer tercio del siglo
XX.
La prestancia que llegaron a adquirir en el ámbito político varias
figuras intelectuales, todos ellos
imbuidos en la necesidad de procurar soluciones objetivas a los problemas de su
presente, hizo de estos los motores de un conjunto de reformas que estimaban
impostergables.
Mudarra (1978) señala que el impulso renovador de la instrucción
pública de aquellos años, representó un ciclo de codificación en materia
docente que buscaba en principio corregir las fallas y deficiencias acumuladas
tras casi medio siglo de haberse dictado el célebre decreto instrucción pública
gratuita y obligatoria de 1870.
Sin embargo, aquel interés por hacer de la educación una de las
grandes prioridades del gomecismo en sus primeros años, fue más aparente que
real. Así lo apuntan Portillo y Bustamante (1999) quienes afirman que sobre la
base de los resultados verdaderamente tangibles en el tiempo, puede apreciarse
que el régimen utilizó la educación como parte de una estrategia de legitimación
cuyos preceptos no fueron más allá del ámbito discursivo.
No obstante, frente a los juicios generalmente refractarios cuando
se alude a algunos aspectos del gomecismo, Carvajal (2010) difiere destacando
que durante el período se implantó, al menos en la letra, un “sistema escolar
moderno en el país” acorde a los preceptos ideológicos de la época y al proceso
de afirmación de las funciones centralizadoras del Estado. Para el autor, si
hubo coherencia en la acción gubernamental a lo largo de veintisiete años de
dictadura, todos los ministros, entre ellos los encargados de dirigir el ramo
de la instrucción pública abrevaban de las fuentes del positivismo y coincidían
en hacer efectivo un orden político estable bajo la férrea conducción de un
“gendarme necesario”.
No hay duda que el ascenso del general Gómez al solio presidencial
en 1908, ofreció la oportunidad a quienes profesaban el credo positivista de
tratar de guiar el rumbo político del país por la senda evolucionista hasta
alcanzar un estado de armonía del todo social. Así los males heredados por la
errática forma de pensar y actuar en el pasado se presumía serían subsanados
gracias a la aplicación de la ciencia y sus métodos.
Era visto que la reforma escolar noocultaba el carácter ideológico
subyacente, destinado a producir un cambio en la mentalidad de los individuos y
a establecer nuevos principios para definir al Estado frente a la sociedad. Con
ello se pretendía legitimar un conjunto de valores y procedimientos que justificaran
a fin de cuentas un régimen político autoritario capaz de imponer el orden y el progreso.
De tal manera que la instauración de un pensamiento científico y
técnico de signo positivista en el
campo de la educación comenzó a imponerse por encima de viejas concepciones
filosóficas arraigadas más en la condición espiritual del hombre que en el
análisis de sus condiciones materiales.
La necesidad de una reforma escolar en Venezuela estaba en el tapete
desde finales del siglo XIX. En el lapso que media entre 1911 y 1916, se puso
en práctica varias iniciativas que finalmente quedaron refrendadas en los
Códigos de Instrucción Pública. Uno de los aspectos medulares de aquellas
reformas, estuvo centrado en la sustitución de las escuelas de un solo maestro
por las escuelas graduadas de seis y cuatro grados con sus respectivos maestros
de acuerdo a la dimensión de la población escolar a ser atendida. También se
introdujo la novedad de implantar en el país programas de estudio que
establecían pautas metodológicas y de contenido a seguir por los maestros para
impartir sus clases.
No obstante, desde el punto de vista doctrinal la reforma más
trascendente hasta la fechafue la de 1914. El sustrato de aquella consistió en
transferir a los particulares y en menor medida a los estados y municipios la responsabilidad de costear los servicios
educativos, reservando para el Estado la potestad sólo de examinar la
competencia de los aspirantes a títulos y certificados de suficiencia.
Para la época, la participación privada, sobre todo la
eclesiástica, abarcaba casi 50% del quehacer educativo predominando en la
educación secundaria (Carvajal, 2010: 107). Con el nuevo Régimen de Instrucción
Nacional, el Estado delimitaba claramente sus funciones prioritarias y dejaba
la enseñanza al arbitrio de la sociedad, libre de trabas, fuera de las que
impusiese el orden público y las buenas costumbres.
Sin duda se trataba del triunfo de uno de los supremos valores del
liberalismo clásico: la libertad
individual, y esta se manifestaría por medio del espíritu de empresa que
debiera reinar en una sociedad ávida de progreso y felicidad social.
Pese a estas aparentes intenciones, podemos deducir que la
iniciativa reformadoraen materia educacional formó parte de las pautas
establecidas por el gobierno gomecista en sus inicios a objeto de legitimar su
estada en el poder. Así pues, la pregonada a los cuatro vientos libertad de enseñanza, más que un
ortodoxo apego al evangelio liberal, constituyó una de las medidas impuestas
para minimizar los efectos económicos de la Gran Guerra en Europa, de manera de
preservar a toda costa la estabilidad económica y política del régimen.
Libertad de enseñanza vs
Control estatal
Para el momento en que el doctor Rubén González se hace cargo del
Ministerio del Instrucción Pública, el 5 de septiembre de 1922, en todo el
territorio nacional, apenas existían 910 escuelas primarias, de las cuales 92
funcionaban en estado Táchira (Memoria del Ministerio de Instrucción Pública
1923: 132). Las más de las veces aquellos establecimientos resultaban inadecuados
para el cumplimiento de sus funciones, dada la carencia de útiles y mobiliario.
No se disponía de una estadística confiable en cuanto al total de infantes
matriculados y mucho menos del número de analfabetos adultos y niños.
La iniciativa reformadora de los primeros años del gomecismo
pareció llegar a su fin. En el lapso que media entre 1915 y 1921 es muy poco lo
que instrumentó en el ámbito educativo, salvo el establecimiento con carácter
de obligatoriedad de la enseñanza de la Educación Física y del idioma inglés en
las escuelas primarias.
Sin embargo, se evidenciaron algunos excesos y omisiones producto de
la aplicación de la absolutalibertad de
enseñanza. Fernández Heres (1994) señala que tras siete años de vigencia,
reinaba en el gobierno una opinión poco favorable, puesto que había “creado
serios trastornos en la disciplina académica
de la población estudiantil” (p. 520) por la forma errónea como se
entendió la aludida libertad de enseñanza.
Por su parte, Mudarra (1978) indica que la legislación promovida
por el ministro Guevara Rojas se vio entorpecida por las condiciones del medio
venezolano muy apegado a la “rutina y el papeleo intrascendente”, ajeno por
demás a los progresos que inspiraron tales reformas.
Más allá de las posturas a favor o en contra de las reformas de
Guevara Rojas, es claro que el nuevo ministro Rubén González era de la idea de
efectuar los correctivos de rigor para evitar que tal libertad siguiese siendo
un “principio mal definido y peor interpretado”, hecho que degeneró en un total
libertinaje. Así lo dejó refrendado,González (citado por Fernández Heres, 1981)
en la memoria ministerial que presentó al Congreso de la República en 1924:
Se impone, pues, una reforma de la legislación
de instrucción pública. El régimen actual (…) encierra también muchas
disposiciones exóticas que no están de acuerdo con nuestro medio y
circunstancias y es lógico y prudente desechar éstas para establecer otras más
adecuadas prácticas (…) Tales reformas deben inspirarse en las observaciones
obtenidas por la práctica en la aplicación de las leyes y en los datos de la
experiencia (…) La reforma de una legislación no puede ser nunca una obra
improvisada, sino el resultado de un estudio práctico y detenido que dé el
perfecto conocimiento de causa en la materia (p. 943).
Sin pérdida de tiempo, durante su primer año de gestión
ministerial, Rubén González, hace aprobar una reforma a la Ley de Certificados
y Títulos Oficiales otorgados en Instrucción Primaria y Secundaria, con la que buscaba
hacer más riguroso el control del Estado sobre las actividades de inspección y
examen de la función educativa, de manera particular, la impartida en los
planteles privados.
La precitada reforma, constituyó en opinión Luque
(2010) toda una “contrarreforma” a lo anterior puesto en práctica, dado que
significó colocar en tela de juicio el proceso docente llevado a cabo en los
planteles particulares. En adelante, los estudiantes debían antes de someterse
a la comprobación final de conocimientos por parte de Tribunales Examinadores,
obtener una certificación de estudios que diese fe de su asistencia regular a
clases para adquirir la debida preparación escolar.
Con ello se pretendía rescatar la efectividad de los
estudios previos bajo la guía didáctica de los maestros. Para el momento, imperaba
un régimen de estudios libres que en la práctica había minimizado
el papel docente en los planteles de instrucción secundaria y las Escuelas Independientes
fundadas tras el cierre de la Universidad Central de Venezuela en 1912.
González (1975) describe aquella peculiar situación: “Como nadie
tenía que comprobar que había estudiado, ni que había seguido determinados
cursos, sino que solamente tenía que ser aprobado en los exámenes hubo abogados
que se graduaron en dieciocho meses, y estudiantes de Secundaria que lograron
sus Certificados de Suficiencia en tiempo menor” (p. 96).
No hay duda que la experiencia de estudios recibida por Guevara
Rojas durante su prolongada estancia como becario en Europa entre 1901 y 1912, influyó notablemente
en las reformas preconizadas por éste siendo Ministro de Instrucción Pública.
Ahora bien, Rubén González formado a la usanza tradicional, era un convencido
de la estricta rigurosidad que debe mediar la formacióncolegial y profesional,
y en esto, el rol del maestro no admitía discusión.
A tal efecto, señaló el ministro González (citado por Fernández
Heres, 1981) que: “La nueva Ley [de
Certificados y Títulos Oficiales] permite que la labor docente se desarrolle de
modo más regular y más eficaz al establecer, de una vez, la sujeción natural
del discípulo al maestro y la responsabilidad de este ante los resultados de la
enseñanza que está obligado a dar en cátedras y de la cual juzgan los cuerpos
examinadores” (p. 944).
De manera que con esta primera gran reforma legal, Rubén González corrobora
la idea de la centralización del poder no solo en el ámbito político y militar,
sino la capacidad de consolidar una institucionalidad que fundamente su
relación con la sociedad por medio de la satisfacción de las principales
necesidades de la población.
El fortalecimiento del Estado ya había comenzado con la derrota del
caudillaje disgregador en 1903, la consiguiente creación de un “efectivo
Ejército Nacional”, la reforma de la Hacienda Pública y la construcción de una
red troncal de carreteras que integrara el territorio nacional. Rubén González,
concibió, un tipo de Estado Docente, no
desde el punto de vista de unaamplia cobertura escolar, menos aún bajo el sesgo
elitesco que caracterizaba la educación de la época,sino a partir de la interpretación
del derecho constitucional y el derecho administrativo.
González volvió a refundir la función docente y la función
examinadora bajo el control estatal que en su opinión no debieron desligarse,
puesto que ambas constituyen un solo mecanismo de irreductible valor pedagógico
que prueba “la eficacia de la primera y la efectividad de la segunda”.
De acuerdo con este criterio, al Estado, por intermedio del
Ministerio de Instrucción Pública, le correspondía la obligación irrenunciable de
velar tanto en las instituciones oficiales como particulares el cumplimiento de
los programas, métodos y horarios establecidos en la normativa legal y
reglamentaria para la obtención de un certificado o título oficial.
En cuanto al principio de libertad
de enseñanza, el ministro González (citado por Fernández Heres, 1981)fue
categórico al expresar que:
La
libertad de enseñanza, por otra parte, tampoco puede ser absoluta, como no lo
puede ser ninguna de las libertades, pues es principio de Derecho
Constitucional que toda libertad está limitada por las leyes que establecen y
reglamentan las condiciones para su ejercicio, dictadas por el Estado en
resguardo de los intereses que representa. Ninguna de las libertades puede
ejercerse de un modo anárquico, porque todas tienen como valla o límite los
principios fundamentales del orden público y social (p. 1004).
Aquí se pone de manifiesto la ansiada búsqueda
y conservación del orden, signo característico del pensamiento
positivista que permeó la intelligentsia del
régimen. Rubén González apostó desde el ámbito de la educación encarrilar
las tendencias díscolas de un segmento importante de la población que ahora sí
debía cumplir por las buenas o por las malas la instauración definitiva de la
paz política.
La armazón de la reforma quedó completa
en 1924, al ser aprobada por las Cámaras legislativas las cuatro grandes leyes
que guiarían el hecho educativo venezolano por espacio de dieciséis años de
vigencia. Tales instrumentos jurídicos fueron: Ley Orgánica de la Instrucción, Ley
Instrucción Primaria, Secundaria y Normal, Ley de Instrucción Superior y
Especial y Ley de Exámenes y Certificados y Títulos Oficiales.
Destacan entre los cambios
introducidos, la organización del calendario escolar que en adelante iniciaría
el 16 de septiembre de cada año y finalizaría en el mes de julio siguiente.
También se estableció la obligatoriedad de que la enseñanza de materias
vinculadas con la nacionalidad, léase geografía e historia de Venezuela y
América, instrucción cívica y cantos escolares, correspondería exclusivamente a
profesores venezolanos.
A manera de
conclusión
Las reformas educativas de Rubén González,
formó parte del entramado de cambios institucionales puestos en prácticas para
consolidar la autoridad central del general Juan Vicente Gómez, léase el Estado
gomecista, desde 1908. Si bien los
resultados cuantitativos en materia de Educación durante sus veintisiete años
de dominio absoluto, fueron inicuos, no es menos cierto que de esta época data
gran parte de la estructura nacional que en sus aspectos fundamentales, aún
rige el sistema educativo venezolano.
La uniformidad de los programas, el
calendario escolar, la supervisión de los planteles públicos y privados, la
unificación de las funciones docente y examinadora, la venezolanización de la
enseñanza de materias relacionadas con la historia y la geografía, el respeto a
la libertad religiosa en las escuelas, entre otros, están plenamente
vigentes con sus fortalezas y
debilidades.
Fue el doctor Rubén González un
hombre de Estado, un hombre fiel a sus convicciones que equivocado o no, estimó
propicia la oportunidad de su paso por el Ministerio de Instrucción Pública
para corregir lo que había que corregir, disciplinar lo que había que
disciplinar y fortalecer como nunca la autoridad y funciones del Estado en
ámbitos que hasta entonces le resultaban ajenos.
Palabras
de bienvenida al Dr. José Alberto Olivar como Miembro Correspondiente de la
Academia de Historia del Táchira.
Distinguidos colegas
Individuos de Número
Señores
Miembros Correspondientes
Invitados
especiales
Señoras
y Señores
La Academia de Historia del Táchira se siente
complacida por la incorporación de José Alberto Olivar como miembro
correspondiente de esta corporación.
El hecho de que la Academia me
encomendara para darle la
bienvenida al doctor Olivar,
circunstancia que me honra, tiene que
ver con el mutuo interés por el tema principal de investigación que ha venido
desarrollando nuestro nuevo académico: los
eventos históricos, políticos y urbanísticos que determinaron la
creación de la red de transporte
terrestre que a partir de los inicios del siglo XX
facilitaron los flujos comerciales entre pueblos y ciudades y contribuyeron a consolidar la integración política del
territorio venezolano.
Hoy tenemos como miembro correspondiente a un
joven historiador nacido en Caracas a
mediados de la década del setenta del
siglo pasado, por lo que con sus escasas 4 décadas de edad y su ya dilatada vida
profesional nos anticipa un prometedor y
prolífico futuro académico e intelectual.
En el año 2000
José Alberto Olivar egresa
como profesor de Geografía e Historiade la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador. En el 2004 se
gradúa como Magíster Scientiarum
en Historia de Venezuela Republicana de la Universidad Central de Venezuela y
en el 2011 obtiene el título de Doctor en
Historia de la Universidad Católica Andrés Bello, mención Summa Cum Laude.
Se desempeñó durante diferentes períodos desde
2006 a2010 como profesor en la Escuela de Educación, Facultad de
Humanidades y Educación de la UCAB y
como profesor en la Maestría en Historia de Venezuela también de la UCAB. En la actualidad se
desempeña como profesor agregado en la Universidad Simón dictando la cátedra
Venezuela ante el siglo XXI.
En general, la obra escrita del profesor
Olivar ha girado, repito, en torno a
la línea maestra de
investigación sobre el papel de las
infraestructuras viales y los medios de
transporte como generadores de redes urbanas
que han incidido determinantemente en la estructura económica venezolana,a
la vez que ha incursionado en los estudios biográficos de algunos de los
artífices de la construcción de esas vialidades.
En
2004 se publica su primer libro Caminos y Carreteras en Venezuela: construcción de la carretera del
este Caracas-Guatire.En este texto aborda específicamente las
singularidades del espacio geoeconómico del eje
Guarenas - Guatire durante parte del siglo XIX y las dos primeras
décadas del XX como centro productor de caña de azúcar y sus vínculos
comerciales con Caracas, lo que conllevó a la apertura de la carretera del este que posteriormente vincularía a
Caracas con el oriente venezolano.
En el 2008, 2009 y 2011 salen publicados sus tres obras de la colección Biblioteca Biográfica
Venezolana que auspician la Fundación Bancaribe y el diario
El Nacional. Ellas son las biografías de
Jesús Muñoz Tébar, la del tachirense Román Cárdenas y la de Pedro Gual, respectivamente.En la de Muñoz Tébar y en la biografía de Cárdenas pone en evidencia la contribución de estos dos personajes, de profesión ingenieros, nacidos alrededor de la segunda mitad del
siglo XIX, como ministros de obras públicas y de hacienda en los gobiernos de Guzmán
Blanco, Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. En cada obra, dentro de las propias circunstancias políticas
y particulares de los personajes biografiados, destaca la importante labor que realizaron
como constructores de obra pública, sobre todo de vías, que de
diferentes maneras comunicaron espacios económicos de la geografía venezolana y contribuyeron a la modernización del país.
En
2013 el doctor Olivar gana el Premio de Historia Rafael María Baralt que auspician la Academia Nacional de la Historia
y la Fundación Bancaribe para la Ciencia
y la Cultura. Este meritorio premio, que
lleva el nombre de uno de los más influyentes escritores e historiadores
venezolanos se otorga como un reconocimiento y un estímulo al talento y a la
voluntad creadora de las nuevas
generaciones de investigadores
consagrados al estudio y difusión de la historia de Venezuela. El premio
lo ganó el profesor Olivar con la tesis doctoral Automovilismo, vialidad y modernización. Una aproximación a la
historia de las vías de comunicación en
Venezuela durante la primera mitad del siglo XX y que fue publicada en agosto de 2014 bajo el
formato de un libro. En este texto continúa con su línea de investigación sobre
las infraestructuras viales construidas y/o proyectadas hasta finales de la
década de los cincuenta, en las postrimerías del gobierno de Marcos Pérez
Jiménez. En él destaca los nuevos patrones de consumo que determinaron nuevos
hábitos y costumbres en la sociedad venezolana al producirse la transición de
un modelo de economía agropecuaria en decadencia a un modelo petrolero. El automóvil se revela como un nuevo producto
que desplaza a los tradicionales medios
de transporte e influye en la necesidad de expandir las vías de comunicación terrestre
por parte del estado. En consecuencia, el texto analiza el Plan Preliminar de Vialidad de 1947 que cumplió
un papel importante en la planificación de las vialidades y el futuro del
espacio económico venezolano. Detalla el papel de grandes obras de vialidad como la autopista Caracas-La
Guaira, la carretera Panamericana y los
estudios iniciales del Puente sobre el Lago de Maracaibo (construido
posteriormente e inaugurado en 1962) como importantes interconexiones que definieron zonas de influencia económica a la
largo y ancho del territorio nacional.
El tema del notable discurso que el doctor
Olivar acaba de leer sobre las reformas
educativas emprendidas por el tachirense doctor Rubén González, durante su
gestión como Ministro de Instrucción Pública entre 1922 y 1929, dan cuenta de un nuevo interés en el tema de sus
investigaciones: el de la historia de la educación en Venezuela, que como él
mismo nos acaba de señalar, forma parte de otra de sus inquietudes como
historiador y docente. Su juventud y
entusiasmo investigativo auguran excelentes resultados en este nuevo campo que seguro estamos será
tan productivo como el de los caminos y carreteras venezolanas.
No quiero terminar estas palabras de
bienvenida al doctor Olivar, sin
expresarle nuestro profundo interés en continuar conociendo de sus
investigaciones en infraestructuras
viales. En tal sentido, hago mías las
palabras que el doctor Ramón J. Velásquez le dedica en el párrafo final del prólogo a
su libro Automovilismo, vialidad y
modernización: “Esperamos ahora la ambiciosa y necesaria obra que el autor
ha anunciado sobre la historia de las
carreteras venezolanas de la última parte del siglo XX, cuya primera cuenta
estamos leyendo”. Agrego que esa anunciada investigación es fundamental para
poder ir dilucidando salidas a la actual crisis nacional de infraestructuras
viales y de transporte de bienes y personas. Por si fuera poco, en los días que corren, los
tachirenses nos debatimos en la paradoja de haber alcanzado en los ya remotos
años del período agroexportador de la ciudad
cafetalera tachirense una de las redes funcionales urbanas más importantes
que haya tenido el país en época alguna, en contraposición al calamitoso estado
de la vialidad actual, que, de no ser atendido de manera oportuna e idónea, prefigura, lamentablemente, su colapso funcional.
Doctor José Alberto Olivar: la Academia de
Historia del Táchira lo recibe hoy como miembro correspondiente con el orgullo
de contar entre sus filas con un joven y
prometedor historiador que sin duda le aportará muchos frutos a esta organización como
resultado de su labor intelectual e investigativa, y al recibirlo me hago intérprete del sentimiento jubiloso que anima a esta
casa y a sus integrantes.
Señores.
Dra. Ligia Esther Mogollón.
HILDAMAR ESCALANTE
Semblanza Biográfica
Ing. Gerardo Suárez Escalante
Estimados amigos, en la convocatoria que nos reúne el día de hoy se encuentran presentes muchos de los valores tachirenses y amigos que tanto admiramos, a quienes les doy las gracias por acompañarme en este día.
En primer lugar quiero expresar mi profundo agradecimiento a los integrantes de la Academia de Historia del Táchira y muy especialmente a su Presidente Licenciado José Ernesto Becerra Golindano por haberme elegido Miembro Correspondiente de la Academia.
En esta incorporación formal a la Academia voy a presentar la Semblanza Biográfica de una mujer que amó y lucho por nuestro país, y que los últimos años de su vida se dedicó en la ciudad de La Grita a ser una poetisa orientadora de juventudes, cultura de generaciones y entre su legado esta su gran amor por La Grita, su ciudad de ensueños, permitida en la oraciones de un Cristo viejo, como si Granada hubiese venido a los cantos a describir las melodías y las meditaciones al compás de una guitarra como lo diría el poeta Néstor Melani. Este personaje es Hildamar Escalante.
Una sobresaliente mujer cuya ancestral identidad proviene de la Región de Cantabria en España, es de quien vamos a hablar el día de hoy. Como la vida suele ser muy rara, nos ha confrontado con el hecho del origen del apellido Escalante1: de gran antigüedad y apreciado referente; proviene de la villa del mismo nombre. Así pues, este ilustre apellido, fue uno de los seis linajes que gobernaban la villa de Santander, hoy capital de la Región. Más ampliamente,
1 Suárez Escalante Gerardo. La Singular Genealogía del Pasajero de Truman. Ateneo Revista Literaria. N° 29 Caracas 2009. p.26.
tenemos que no sólo en Cantabria se conocen ramas colaterales con esta denominación, sino también en Laredo, Rivadeva y Treceño. De ahí, que Lope García de Salazar en sus Bienandanzas y Fortunas haya especificado:
El linaje de Escalante, su fundamente fue de Escalante, de unas paredes derribadas fuera de la villa de Escalante, de aquel que de allí fue a poblar a Santander (…) E destos Escalante, del que ay memoria que más valió fue Juan Gutiérrez de Escalante, que fue Armador Mayor del Rey, e rico e poderoso en toda la villa.
Desde sus comienzos, la historia de Santander nos remite a linajudos apellidos vinculados a la villa. De esta manera, con el desarrollo de su puerto, de gran energía poética y lúdica e influjo amatorio, la villa crecerá en extensión y en habitantes, ampliando esa nómina de linajes e intenciones. La actividad artística de las principales familias, como los Escalante, Barcenilla, Arce y Calleja, se concentró desde la época medieval en demostrar su nobleza y antigüedad a través de sus torres señoriales en la Rúa Mayor, y sus capillas funerarias en las iglesias más antiguas de la villa. Las de Puebla Vieja.
De esta forma nos encontramos, que el origen de los Escalante de Venezuela es, en esencia, español, y según las historias venidas desde nuestros antepasados, en su tradición oral y luego comprobado, hasta llegar a nosotros, el primer Escalante en arribar a esta Tierra de Gracia fue Francisco de Escalante; acompañando a Francisco de Cáceres en la fundación de la ciudad del Espíritu Santo de La Grita, quien se desarrollaría más tarde, como encomendero tanto en esta ciudad como en Bailadores. Esa sin duda ha sido el comienzo de la historia.
En el curso de las generaciones. Sucedidos varios proyectos de vida. En una reunión improvisada, donde las palabras, las sugerencias y las frases, han esparcido sin disimulo su redonda verdad y su respiración inquietante, nos hemos enterado y comprobado que nuestra familia desciende de Bruno Nicolás de
Escalante, quien nació alrededor de 1695 en La Grita, y luego tomo posesión del valle de Los Murtos, localizado al pie del Páramo del Zumbador, y hoy mejor conocido como Los Mirtos. Desde la sonriente transparencia desgranada de la oralidad nos llega la información que Bruno tenía tres hermanos, de los cuales, uno se residenció en Los Llanos del Bronso, Colombia; otro se residenció en el Páramo de Mucuchies y luego en Bailadores. El tercero de los hermanos se marchó al Oriente, donde formó su hogar y del cual, al parecer, desciende el poeta Andrés Eloy Blanco. La investigación de los intríngulis de esta relación nos ocupa en la actualidad.
En Los Murtos se radicó Bruno Nicolás, dedicándose al desarrollo y explotación de la agricultura. Con gran tesón y trabajo. Bruno llegó a liderar en Los Murtos las labores de desarrollo de todo el valle, contribuyendo de esta manera al prestigio agrícola de la región. Porque, sin duda Bruno era un hombre muy inteligente, de gran habilidad y emprendedor.
Desde este enclave de los Andes venezolanos, Bruno coordinaba con su hermano en San Faustino, Colombia, el intercambio comercial de variados frutos, como manzanas y membrillos. Con ello incentivaba el flujo comercial y dinamizaba la economía de la región, ya que estos productos eran intercambiados por telas y abrigos traídos a Los Murtos y otras zonas aledañas.
Así que, el próspero comerciante, Bruno Nicolás de Escalante, se uniría en matrimonio con Ana María Méndez también natural de La Grita. De esta unión nacerían Bruno Joseph, Micaela Rita, Josefa Joaquina y Blas Gabriel.
El primero de ellos Bruno Joseph Escalante Méndez, nació en 1719 en la misma población. Casó en 1744 con Eusevia de Los Ángeles Mora Zambrano Príncipe, nacida también en La Grita en 1725, hija de Cristóbal de Mora y María Zambrano Príncipe.
De esta manera, separados por el velo traslúcido de varias generaciones, por la herida palpitante de conflictos sociales, por la húmeda silueta que ilustra y acaricia conversaciones familiares, nos encontramos con la persona de Miguel María Escalante quien sería el padre de Hildamar Escalante.
Existe cierta controversia, que aún no hemos podido descifrar, respecto a la fecha y lugar de nacimiento de Hildamar Escalante, pues algunos autores la colocan como natural de Queniquea
2 nacida en 1910, otros en San Cristóbal y en la La Grita con fecha de nacimiento el 30 de julio de 1917 y la segunda el 31 de septiembre de 1919, pero ninguna de estas dos fechas aparece registrada.
Hildamar fue una de las primeras periodistas de Venezuela y del Táchira, graduándose en la Universidad Central de Venezuela. En ese grupo de mujeres periodistas de la época donde figuraban junto a Hildamar, Mérida de Valera, Lourdes Morales, Carmen Clemente Travieso, Ana Luisa Llovera (conocida como la primera mujer que hizo reporterismo de calle), Mercedes Pérez y María Teresa Castillo.
Ana Luisa Llovera3 en su escrito La Mujer y el Periodismo comenta que en la resurrección o segunda época de Nosotras, aparentemente primera publicación periódica donde la Directora y Editora era una mujer Luisa Martínez López-Méndez, contó con la colaboración de Ana Mercedes Barroeta, Hildamar Escalante y Ana Mercedes Pérez.
En dicha revista se ofrecía mensualmente4: Seis cuentos tomados de los mejores autores extranjeros y criollos; sección de crónica social, sección infantil, Dos artículos científicos, Una información de lo que pasa en el mundo, La traducción de la novela Beau Geste, La traducción de una novela francesa de Jules Mary: Un
2 Alcalde Carmen Teresa. Escritos, Escritores y Grupos Literarios en el Táchira. Fondo Editorial Unet. San Cristóbal 2010. p. 85.
3Llovera Ana Luisa. La Mujer y el Periodismo. Texto del Centro Gumilla. Ucab. Caracas 1983. p.75.
4 Segnine Yolanda. Las Luces del Gomecismo. Colección Tropicos. Alfadil Ediciones. Caracas 1987. p.80.
coup de revolver, Modas, Arte decorativo, Cajón de sastre, Cuentos Zoquetes, Relación de los trabajos realizados por los institutos benéficos de Venezuela y Sur América, Pensamientos.
Hildamar Escalante de Tesser. 1964
En el año 1935 Hildamar Escalante integra el grupo de mujeres intelectuales que conformaron la Agrupación Cultural Femenina (ACF)5, grupo que además de organizar actividades culturales, se encargaba de dar formación política a las mujeres trabajadoras, contribuyendo a elevar el nivel cultural de la mujer, erradicando el analfabetismo entre las damas mediante la creación de escuelas nocturnas y promoviendo la masificación de la educación. Crearon escuelas para obreras, fundaron la Casa de la Cultura Obrera6 y la Biblioteca Trina Larralde, donde se enseñaban oficios manuales; y se trabajó por los derechos políticos de la mujer, consiguiendo la reforma del Código de Comercio y el derecho al voto femenino. Está agrupación fue conformada por las poetisas y escritoras Ada Pérez Guevara, Elba Arraiz, Enriqueta Arvelo Lariva, Isabel Jiménez Arraiz, Irma de Sola, Trinita Cascolo, Lourdes Morales, Luz Machado, Panchita Soublette, Auramarina Colmenares, Luisa Valle Silva y las periodistas Carmen Clemente Travieso, Ana
5 Diario Tal Cual. Mujeres con voz y voto. Caracas, 30 de abril de 2009.
6 Sosa Teresa. Carmen Clemente Travieso, para las mujeres de hoy. https://palabrademujer.wordpress.com
Luisa Llovera y María Teresa Castillo.
A la muerte del dictador General Juan Vicente Gómez, el 17 de diciembre de 1935, una agitación profunda conmueve al país, como pulsación de la fiebre interna que padece y lo consume durante 27 años. Los aires agitadores se perciben por doquier, y para la mujer será época de fervorosas luchas por la reafirmación de una imperiosa igualdad con el hombre.
En este mismo mes de diciembre, encontramos a Hildamar Escalante participando activamente y firmando en compañía de más de 100 mujeres el mensaje que las mujeres venezolanas enviaron al Presidente General Eleazar López Contreras, solicitando protección para la infancia y la mujer en todos los ámbitos de la existencia. Entre las que mencionaremos a Ada Pérez Guevara (En cuyo hogar se reunió el grupo, fundadora de la Asociación Venezolana de Mujeres, autora de la novela Tierra Talada donde deja consignado en sus páginas el ideario de aquella generación de mujeres que se reunieron en su casa), Luisa del Valle Silva (La poeta neo-romántica), Leticia de Novel (Persona de suelto y gracioso verbo), Irma de Sola Ricardo ( la más joven del grupo, para ese momento tenía 19 años y quien dejó constancia en el documento que por ser menor de edad su padre no quiso que firmara, aunque le concedió amplio permiso para participar. Dos años más tarde sería Editora de Tierra Talada y creadora de la Biblioteca Femenina Venezolana), Josefina Bello de Jiménez (Reconocida por sus textos de literatura Infantil) y Panchita Soublette Saluzzo (Primera mujer abogado graduada en Venezuela en la UCV 1943, impulsadora de la reforma del Código Civil y Juez de Menores).
El escrito inicia en los siguientes términos:
Las suscritas, ligadas íntimamente a la evolución patria por un profundo sentido de maternidad actual o futura y procurando interpretar lo que el país espera de nosotras en este hermoso despertar del sentimiento cívico
nacional, nos permitimos dirigirnos a usted para después de presentarle con el debido acatamiento nuestro saludo de año nuevo, exponerle en conjunto algunos de los más importantes problemas que directa o indirectamente nos conciernen. Quizás unos de ellos han sido ya expuestos a usted por otras agrupaciones femeninas orientadas hacia los mismos ideales. Todas estas voces son eco de un mismo deseo latente en todo corazón de mujer y que hasta hoy no había podido manifestarse entre nosotros.
Este pronunciamiento7 tiene a nuestro entender el valor de ser el primer documento femenino de la historia de Venezuela, el cual se fue preparando de forma callada, casi clandestina, pues aun se vivía la censura de la dictadura y la prohibición de la formación de toda agrupación de cualquier tipo. Lo que las firmantes del Mensaje dieron nacimiento fue al movimiento de las mujeres en el país, fueron las que por primera vez pidieron por ellas y por los niños. Con el Mensaje tomaron la voz por primera vez las mujeres entre nosotros y para siempre. Y desde aquel mismo momento surgió la idea de la necesaria obtención de los Derechos Civiles8 como único camino de poder luchar por la obtención del voto femenino, ya que de pedirlo entonces, de hecho les fue ofrecido pero ellas mismas escribieron diversos artículos rechazándolo, columnas que se pueden leer en la prensa de aquellos días, señalando que no deseaban el voto sin tener derechos civiles pues si se les concedía en ese momento, sin tener derechos civiles, iban a tener que votar por los candidatos que eligieran sus padres, esposos o hermanos.
Igualmente Hildamar en la ciudad de Caracas fue colaboradora en los diarios El Heraldo, El Tiempo, El Nacional, El Universal, Ahora, Ultimas Noticias y en la Revista Nacional de Cultura que pertenecía a las ediciones del Ministerio de Educación; y en Library Journal de New York. Muchos de los escritos de Hildamar
7 Lovera De-Sola Roberto. Taller Crítico. Las pioneras que abrieron un camino para que las mujeres se hicieran presentes en la vida venezolana. En la lectura dramatizada de la pieza Pioneras, de Alicia Älamo Bartolomé. www.noticierodigital.com/forohistorico. 2012
8 De Sola Ricardo Irma. El voto femenino es hoy un absurdo. El Heraldo, Caracas Junio 19 de 1936.
Escalante se encuentran bajo el seudónimo de Rosa Cornelia Flores.9
También publicó dos novelas, algunos relatos y bocetos de novelas. En su libro Mi Tierra, de hermosa manera relata la historia de San Cristóbal desde su fundación.
Ana Luisa Llovera10 comenta una anécdota que sucedió con Gregory Phelan junior e Hildamar Escalante en el Diario Ultimas Noticias cuando se comentó que les había sido negada la visa por comunistas. Tengo noticias que Hildamar sobrina del embajador en Washington ha estado repetidas veces en el paraíso de la democracia. Hildamar y Phelan nunca han sido comunistas.
Y así en la prensa empezamos a encontrar las poesías de Hildamar Escalante:
Poeta11
En el mural de tu frente
y en la flor de tu boca
hay un añejo licor de tristeza
para el vino de mi alegría.
Pero así son los poetas
cuando son grandes
porque tienen razón de ver el sol
hasta en su mismo calvario.
Como así son los poetas,
tus penas también son mías;
agua de la misma tierra,
eslabón de mis locuras,
corazón, diamante nuevo,
9 Castellanos Rafael Ramón. Historia del Seudónimo en Venezuela. Ediciones Centauro. Caracas. 1981. p. 242.
10 Llovera Ana Luisa. Entre dos fuegos: Crisis de los derechos humanos en América. Ediciones Humanismo México 1957. p. 22.
11 Alcalde Carmen Teresa. Escritos, Escritores y Grupos Literarios en el Táchira. Cosmogonía del Colibrí, 1992. Fondo Editorial Unet. San Cristóbal 2010. p.85.
llama del grito perenne,
volcán recién disparado
por tu fulgor del alma,
por la brasa de este anillo.
En el año 193712 por iniciativa de Mariano Picón Salas, quien era el Superintendente de Educación Nacional de Venezuela, envió una misión técnica de maestros venezolanos a la Universidad de Chile a estudiar algunos aspectos de la enseñanza chilena. La primera misión estuvo integrada por César Rengifo, quien estudiaría las técnicas de las artes aplicadas; Juan Saturnino Canelo e Imelda Campos asistirían a cursos del Instituto Pedagógico y visitarían liceos; Abigail Salgado métodos de educación física femenina; Julio Silva Flórez estudiaría sobre trabajos manuales; José Fabián Ruiz educación física masculina e Hildamar Escalante sobre educación de escuelas técnicas femeninas.
Hildamar Escalante, como representante de la Biblioteca Nacional de Venezuela se inscribió en la Escuela de Servicio de Biblioteca de la Universidad de Columbia para el año 1938 – 1940, con una beca conferida por el Ministerio de Educación. Allí elaboro los trabajos Estudio sobre Biblioteconomía en Venezuela y Problemas de la Biblioteca en Venezuela (Library Problems in Venezuela).
En este último trabajo realiza un estudio de la situación de las bibliotecas en Venezuela, donde vale la pena mencionar la Biblioteca Nacional de Caracas y la del Salón de Lectura de San Cristóbal.
Siendo aún estudiante en la universidad de Columbia logra la autorización del comité de la universidad para realizar la traducción al español del Akers Simple Library Cataloging.
12 Anales de la Universidad de Chile. Anales 23. Sección Informativa. Santiago de Chile. 1937. p. 359-360.
De igual manera en ese mismo año de 1940 escribió Hildamar el V América del Sur, como Jefe de Washington D.C. Capítulo de la Federación de Estudiantes Latinoamericanos. En el mismo se presenta como abarca la influencia de las tres regiones distintivas de América del Sur en la creación de historias y folklore, convirtiéndose en un recuerdo personal de la experiencia de su autora.
También en 1940 representa a la Biblioteca Nacional de Venezuela en el VIII Congreso Científico Americano verificado en la ciudad de Washington del 10 al 16 de mayo, el cual fue auspiciado por el Gobierno de los Estado Unidos de América.
Es importante destacar que su tío Diógenes Escalante permaneció como embajador en Washington13 desde 1937 hasta 1945, durante los años que permaneció Hildamar en los Estado Unidos participó en la misión diplomática en Washington.
Existe una anécdota de Hildamar Escalante14 y es que durante la segunda guerra mundial, Mérida de Valera, famosa poetisa y periodista, regresó de Estados Unidos y causó sensación en una fiesta que celebraron los fablistanes pues todas las damas, especialmente las periodistas: Lourdes Morales, Carmen Clemente Travieso, Ana Mercedes Pérez, Hildamar Escalante, Ana Luisa Llovera, María Teresa Castillo, causaron gran escándalo pues se presentaron con las famosas medias de guerra, llamadas así, porque no eran medias: consistían en una crema que daba a la pierna femenina el mismo color que la media y luego la dama se pintaba con un creyón especial la llamada vena o costura de la media.
En el tiempo en que su tío Diógenes Escalante se encontraba como Ministro Plenipotenciario en la ciudad de Londres, Hildamar fue a visitarlo, se cuenta que estando en el Hotel caminaba de un lado para otro y no dejaba dormir a la persona que se encontraba en el piso de abajo. Este subió a reclamarle, Hildamar lo invito
13 Llovera Ana Luisa. Entre dos fuegos: crisis de los derechos humanos en América Latina. Ediciones Humanismo. Mexico 1957. p.22.
14 Yanez Oscar. Las medias de la guerra. El Universal, 27 de enero de 2012. Caracas.
a pasar para disculparse, este personaje era el holandés Anton Charles Tesser con quien compartiría hasta el final de su vida.
En 1940, participó en la organización de la Primera Conferencia Nacional de Mujeres que se realizó durante los días 11 y 13 de junio de ese año y en la cual las mujeres del país solicitaron la reforma constitucional para incluir en su articulado el derecho de la mujer a elegir y ser elegida en igualdad de condiciones con el hombre en cargos de elección popular, así como la reforma del Código Civil.
En el año 194215, por disposición del General Isaías Medina Angarita fue nombrada Oficial para la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela.
Durante este año, en visita realizada a Estados Unidos, en compañía del bibliotecario argentino Ernesto Gietz, llevaron la propuesta a Milam, de crear una escuela de verano en la parte norte de América del Sur con la finalidad de formar bibliotecarios de Colombia, Panamá, Ecuador y Bolivia entre otros.
En la Revista Nacional de Cultura en el Nª 37 del año 194316, se encuentra una obra de consulta obligada para los periodista escrita por Hildamar, y es un artículo sobre la imprenta en el continente americano titulado Juan Pablos, primer impresor de América. En este mismo año17, siendo Ministro de Relaciones Interiores César González y por disposición del ciudadano Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, Isaías Medina Angarita es nombrada Hildamar Escalante Bibliotecaria de ese Ministerio.
En enero de 194518, Carmen Clemente Travieso funda en compañía de Isabel Jiménez Arraiz, Rosalía Narváez, Lourdes Morales, Ana Luisa Novel e Hildamar Escalante el Grupo Orión, una agrupación literaria que se creó con el objeto del
15 Gaceta Oficial N° 20752 del 21 de marzo de 1942. Ministerio de Educación N° 48.
16 Escalante Hildamar. Juan Pablos, primer impresor de América. Revista Nacional de Cultura N°37. Caracas 1943. p. 76-87.
17 Gaceta Oficial N° 21040 del 1 de marzo de 1943. Ministerio de Relaciones Interiores.
18 Venegas Filardo Pascual. Obras Selectas, Temas Económicos y Biográficos. Caracas 1996 p.78.
estudio y la investigación de la literatura y el arte a través de charlas y lecturas.
Un hecho importante le tocó vivir a Hildamar Escalante19 el 11 de septiembre de 1945, cuando en casa de la familia Alamo Ibarra se anunció la renuncia a la candidatura a la Presidencia de la República de Diógenes Escalante, en la misma recibió varias personalidades como Caracciolo Parra Pérez, Jovito Villalba, Arturo Uslar Pietri, Mario Briceño Iragorry, Mariano Picón Salas, Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt y Regulo Olivares entre otros.
Posteriormente en la madrugada partieron dos automóviles de la casa de la familia Alamo en la avenida Los Mangos al aeródromo de Maiquetía. En el primero viajaba Hildamar en compañía de Miguel María Escalante y Hugo Orozco. En el segundo los doctores Francisco Herrera Guerrero y Rafael González Rincones quienes escoltaban a Diógenes Escalante al aeropuerto de Maiquetía para abordar el avión que el Presidente de los Estados Unidos, Harry Truman había enviado para brindar todo el apoyo necesario para trasladar al ex Embajador de Venezuela a Nueva York donde sería hospitalizado en virtud de su delicado estado de salud.
Volviendo atrás en el tiempo, tenemos que a los pocos días del fallecimiento del General Juan Vicente Gómez, el 28 de diciembre de 1935, después de productivas deliberaciones que arrojaron luces sobre el destino intelectual de Venezuela, en la redacción del Heraldo, se constituye la primera Junta Directiva de la Asociación de Escritores Venezolanos, la cual quedó integrada por Miguel Acosta Saignes como Presidente, Julio Morales Lara como Vicepresidente, Rolando Anzola como Secretario y como Vocales los señores Adolfo Salvi, Luís Manuel Urbaneja Achelpohl y Casto Fulgencio López. Siendo uno de sus primeros pronunciamientos la exigencia de una amplia libertad de prensa.
19 Primera Garcés Maye. Diógenes Escalante. Biblioteca Biográfica Venezolana. El Nacional. Volumen 58, Caracas. 2007. p. 83, 90-91.
En una de las primeras actividades de la Asociación que participó Hildamar20 fue en la asamblea extraordinaria que se celebro en el Teatro Principal de la ciudad de Caracas para recibir en su seno a Don Rómulo Gallegos, según el siguiente programa: Palabras de Rolando Anzola, Discurso sobre lo social en las novelas de Rómulo Gallegos por Luís Álvarez Marcano, Discurso de Julián Padrón sobre la actitud de los escritores venezolanos en la tiranía de Gómez, y la interpretación de Cantaclaro trabajo de Rafael Angarita Arvelo leído por Hildamar Escalante.
El antecedente21 inmediato de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP) son unas reuniones que convoca Arturo Uslar Pietri, Ministro de Educación durante el gobierno de Medina, para constituir el Comité Central Ejecutivo del Congreso Interamericano de Periodistas. Sin embargo, estas reuniones no fueron fructíferas, pues los mismos periodistas vieron esta iniciativa como una táctica del gobierno para regular el oficio. Es así como comienzan a organizarse y el 20 de agosto de 1941, con el nombre de Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), se crea el gremio que defendería tanto la libertad de expresión como los derechos de los periodistas al ejercerla. Conformaron la Junta Directiva Provisional de la AVP los señores Pascual Venegas Filardo de El Universal, Manuel B. Pocaterra de El Heraldo, Luís Esteban Rey de Ahora, Pedro Chacín de La Esfera, Ángel C. Mejías de La Religión, Julio Ramos de Fantoches y Miguel Otero Silva de El Morrocoy Azul
En el año 1946, encontramos a Hidamar Escalante en la Junta Directiva de la Asociación de Escritores Venezolanos como Vicepresidente22, en compañía de Pascual Venegas Filardo como Presidente, Humberto Rumbos como Secretario General, José Carrillo Moreno como Secretario de Propaganda, R.A. Rondón Márquez como Tesorero, Arístides Parra como Subtesorero, J. M. Cruxent como Bibliotecario, Guillermo Alfredo Cook como Director de Publicaciones, Carlos
20 Angarita de Doutant Magdalena. Un hombre nuevo de la montaña en setenta años de historia. Ensayo Biográfico. Editorial Caracas 1972. p.54.
21 Fernández Américo. http://avp-bolivar.blogspot.com/2012.
22 Angarita Arvelo Rafael. Tiempo y Poesía del Padre Borges. Estudio de Crítica Literaria. N° 56 Cuadernos Literarios de la Asociación de Escritores Venezolanos. Caracas 1946. p.1.
Miguel Lollett como Consultor Jurídico y en el Tribunal Disciplinario Claudio Vivas, Ana Luisa Llovera y J.A. Gonzalo Patrizi.
Un logro muy relevante de la AVP, materializado en tiempos de Rómulo Betancourt, para entonces Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno fue la Escuela de Periodismo que tiene sus antecedentes en los cursos de El Universal y en la llamada Universidad Libre Augusteo de Monseñor Lovera.
A petición de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP)23 reunida en su I Convención del 20 de agosto de 1946, la Junta de Gobierno decretó ese mismo año la creación de la Escuela de Periodismo que inició sus actividades en la Universidad Central de Venezuela el 24 de octubre de 1946 bajo la dirección del antropólogo Miguel Acosta Saignes. La ceiba de la esquina de San Francisco fue testigo mudo del acto de apertura de los estudios universitarios. El primer curso que duró apenas dos años estuvo dirigido a trabajadores de la prensa. De suerte que la primera promoción se dio en 1949 con el nombre del insigne periodista Leoncio Martínez, quien falleciera en el mismo año de fundación de la AVP.
Egresaron de aquel primer ensayo con el titulo de técnicos en periodismo los veteranos periodistas José Vicente Abreu, José Guillermo Alterio, José Alorza, José de Jesús Araujo, Alfredo Arriaga, Luís Felipe Bellorin, Santiago Betancourt, Trina Casado, María Teresa Castillo de Otero, Miguel Otero Silva, Carlos Dorante, Hildamar Escalante, Oscar Guaramato, Federico Pacheco Soublette, Julio Segundo Groscors, Gustavo Jaen, Pedro Juliac, Oscar Lovera, Simón Alberto Consalvi, Hernai Portocarrero, Francisco Alejandro Vargas, Lourdes Morales, Francia Natera, Vicente Otero Silva, José Ratto y Humberto Rivas Mijares.
Para la época de la fundación de la primera escuela de periodismo en Venezuela, la mira estaba puesta en los Estados Unidos, donde sobresalían las escuelas de Columbia y Nueva York, ambas en la ciudad de Nueva York.
23 Orozco Eduardo. Hace 68 años los periodistas iniciaron el camino de la profesionalización en la UCV. http://www.cnpven.org/articulos/2014.
En 1952, la Escuela24 es adscrita, como una sección, a la Facultad de Humanidades de la UCV, pero la universidad es clausurada por la dictadura militar de Pérez Jiménez y no es hasta 1958, con la reapertura, que recupera su categoría de Escuela de Periodismo bajo la dirección del profesor Héctor Mujica. La Escuela se transforma en Escuela de Comunicación Social en febrero de 1970, a consecuencia del proceso de “renovación” y la licenciatura se logra después de 5 años de estudios.
En el año 1947 Hildamar publica su obra cumbre el libro titulado Breve Informe de Poesía Norteamericana (Versión del Inglés), donde selecciona, versiona y presenta un panorama completo de la poesía norteamericana para el público de habla hispana.
Allí presenta diecinueve poetas de distintas épocas y tendencias; la selección abarca cronológicamente desde Walt Whitman (1819-1892) hasta Muriel Ruykeyser (nacida en 1913) con quien finaliza. La selección poética de cada uno de los autores viene precedida por un breve informe crítico-biográfico y su correspondiente bibliografía.
Ella en su trabajo presenta el contraste de poetas intelectuales como Robert Penn Warren y Archibald Max Leish, con los poetas líricos como Conrad Alken y Edna St. Vincent Millay. Representantes de la corriente filosófica como Jorge Santayana, la intimista de Emily Dickinson, la sentimental de Robert Nathan y la poesía de tono nacional con Carl Sandburg. Además incluye la presentación de la poesía negra norteamericana con Countree Cullen y la escuela de los imaginistas con Adelaide Crapsey.
24 Orozco Eduardo. Idem.
Lloyd Mallan en la presentación del libro25, la cual titula Loa a la traducción de poesía nos dice sobre Hildamar y su libro lo siguiente:
Es un placer, más aún, un honor para mí escribir unos párrafos como prólogo a esta colección de traducciones de los modernos poetas norteamericanos que con tanta gracia ha realizado Hildamar Escalante.
Se necesita ser un poeta de gran sensibilidad y flexibilidad para poder traducir las obras de otros poetas. Hildamar Escalante ha hecho esto precisamente, ha transferido del inglés al español el estilo y la intensidad de diecinueve poetas norteamericanos. Y en algunos casos, como con el magnífico poema de Muriel Ruykeyser, ella ha logrado en forma indefinible, hacer que el poema aparezca tal cual si hubiese sido escrito originalmente
en español. Ella ha realizado la creación con una mayor intensidad y sentimiento en castellano, que la contenida en el poema original en idioma inglés. Esto, sin duda alguna, es el sello de un verdadero poeta en cualquier idioma.
Yo creo que Hildamar Escalante es uno de esos raros seres que poseen las
25 Escalante Hildamar. Breve Informe de Poesía Norteamericana (Versión del Inglés). Ediciones Grupo Orión. Caracas 1947. p. .5-7.
cualidades necesarias para ser un buen traductor de poesía. Prueba de ello son los poemas traducidos en este libro, el cual, en efecto, no son traducciones sino poemas en castellano. Y tal es el verdadero sello de un buen traductor.
Hildamar Escalante ha logrado dar una idea vívida de la variedad de poesía que se hace en los Estados Unidos.
Hildamar no solo ha hecho una inestimable obra de selección y presentación, para ofrecer un panorama completo de la poesía norteamericana al público castellano, sino que ha logrado lo que solo puede realizar un verdadero poeta: la consecución de la forma poética, música e imaginación llevadas de un idioma a otro.
Durante el tiempo que Hildamar se dedicó a traducir la poesía de norteamericana mantuvo una gran amistad con Pura Teresa Belpre26, mujer puertorriqueña muy conocida por su trabajo en la Biblioteca Pública de New York, primera hispana allí y pionera en la divulgación de la biblioteca dentro de la comunidad puertoriqueña. La carrera de la bibliotecaria Belpre está íntimamente ligada a su carrera literaria. La primera historia que escribió y publicó fue Pérez y Martina, una historia de amor entre una cucaracha y un ratón.
En esta biblioteca Pública de New York se encuentra un volumen del libro Breve Informe de Poesía Norteamericana dedicado por Hildamar Escalante a Belpre con la siguiente inscripción: A mi maestra bibliotecaria que despertó en mí el amor por los libros.
26 Sánchez González Lisa. Boricua Literature: A Literary History of the Puerto Rican Diaspora. New York University Press 2001. p.82.
Posteriormente Hildamar en el año 1962 se estableció junto a su esposo en La Grita, donde formó parte de la plantilla profesoral del Liceo Militar Jáuregui donde se entregó con amor a la docencia, dando clases de inglés y donde asombraba a sus alumnos con la maquina italiana de fotografía en miniatura y que conservaba Ramón Elias Camacho en su Museo Recuerdos de la Humanidad.
Grupo de Profesores del Liceo Militar Jáuregui de La Grita
En la fotografía anterior vemos a Hildamar Escalante de cuarta en la primera fila.
De sólida formación artístico-cultural compartió enseñanzas y alegrías con la gente de La Grita, ciudad en la que se entregó con amor a la docencia en el Liceo Militar Jáuregui:
Hildamar27, narraba con gran devoción sus viajes, los describió con palabras melodiosas; la casa de Van Goth, los museos del mundo, París, el color de los artistas, las corrientes Europeas y también las miradas de sus compañeros: Tony la guitarra, los poemas nacidos del mar y cada instante de poetisa, con traje de la luna y los años de la vida en aquellas tardes de evocación; Hildamar, poetisa orientadora de juventudes, cultora de generaciones, siempre sonriendo encendía un recuerdo….
En La Grita vivía junto a la Panadería de los Ramírez, al lado del local donde en una época Monseñor Jáuregui estableció su Colegio Sagrado Corazón de Jesús, posteriormente se residenció en la Urbanización Humogría. En su hogar los fines de semana organizaban tertulias literarias, donde era normal ver a todos los intelectuales de La Grita y donde compartía entre otras cosas las hallacas que compraba a María Trinidad Avendaño Guerrero.
Impulsó la fundación junto a muchos profesores del Liceo Civil de La Grita28, el cual inicio actividades el 28 de octubre de 1968 con el nombre de Félix Román Duque.
La creación del liceo surge por la necesidad de otra institución a nivel secundario diferente al Liceo Militar Jáuregui, ya que esa no cubría la demanda estudiantil por aumento de la población. Los jóvenes tenían que trasladarse a otras poblaciones, siendo la más cercana, la ciudad de Colón donde funciona el Liceo Tulio Febres Cordero pero lamentablemente por razones mayoritariamente económicas no era posible transportarse y se notaba el poco avance en sus estudios.
Es entonces, cuando un grupo de personas preocupadas por el desarrollo
27 Melani Orozco Néstor. Semblanzas. Suplemento Dominical. Diario La Nación. p. 4. Mayo 1987.
28 http://gilmareducfdcra.blogspot.com/2013/07/resena-historica-instituciones.html
educativo, promovieron una reunión con las fuerzas vivas de la ciudad en la sede del Concejo Municipal, entre las que destacaron los ciudadanos Francisco Zambrano quien era el Presidente del Concejo Municipal; Rafael Rojas Pérez, Juan Bautista Vázquez, Hildamar Escalante de Tesser;, Antony Tesser, Marcos Zambrano, Cristo Antonio González, Belarmino Mogollón, Luís Mogollón, Mario Rodríguez, Ivan Avendaño y también participo gran parte de la población.
En esta asamblea, se disertó sobre la necesidad de un Liceo para La Grita y la manera de sufragar su funcionamiento, los pasos que habría que dar para formalizar ante el Ministerio de Educación la creación del mismo, el pueblo aceptó y se continuaron las gestiones. Se contacto a Monseñor Raúl Méndez Moncada, con la finalidad de alquilar el local donde funciona la Escuela Nocturna Dr. Emilio Constantino Guerrero.
La institución paso por tres denominaciones, una de cuna, Bachiller Félix Román Duque, pero debido a que existía un Plantel en la ciudad de Tovar que llevaba ese nombre se presentaron inconvenientes y se cambió para el año 1970 por el nombre de Liceo Nuevo de La Grita y la última y actual denominación Ängel María Duque en el año 1971, quien fuera hijo ilustre y eminente educador de la Atenas del Táchira.
En el mes de noviembre de 1964, encabezo la delegación del Liceo Militar Jáuregui con motivo de los 50 años del Liceo Simón Bolívar en la ciudad de San Cristóbal, donde dictó una conferencia sobre Andrés Bello.
Carmen Teresa Alcalde29 en su libro sobre Escritoras de Venezuela, escritoras tachirenses, nos dice que Hildamar escribió versos plenos de ternura y encendido mensaje como el siguiente:
29 Alcalde Carmen Teresa. Escritoras de Venezuela. Escritoras tachirenses. Biblioteca de Temas y Autores Tachirenses. N° 149. Caracas 1996. p. 98-99.
“Callar!
Siempre callar y esperar que sobre la sien
caiga el noble pulmón de garza.
Adornar el rostro con una sonrisa eterna,
falsa, ingrata, dulce, áspera, traidora o buena.
Pero siempre, una sonrisa y un silencio.
Y dejar la ventana abierta
Para que todos crean que adentro florece un
Arco iris.
En el silencio está la fortaleza!”
Néstor Melani Orozco el 12 de enero de 2012 escribe en el Diario La Nación de San Cristóbal con el título de Hildamar Escalante de Tesser30 lo siguiente:
…..siempre nos pareció una dama inglesa, con aquella aristocracia que hace de los mundos sociales un ámbito de embajadora, más allá de todos los elementos de su belleza. Le conocimos en las aulas del Liceo Militar Jáuregui, dictando sus clases de inglés, sus pasos lentos y mágicos hacían de sus temples un encanto de poetisa. Vivió frente a la plaza del convento “La Plaza del Padre Jáuregui” entre rosas francesas y vinos exquisitos, en una multiplicación de los panes cuando aun por una de las ventanas recordaba junto a su amado Anton Charles Tesser los inviernos holandeses. Y en su biblioteca recordaba los emblemas de Unamuno, mientras apuntaba palabras de Whitman en noches de ternura cuando bien recitaba los versos de León Felipe y recordar a su Europa de castillos, poetas, artistas, embajadores y la eternidad de haber estudiado en las magistrales clases del conservatorio del arte de Paris.
…..Y entre su legado amo a La Grita, su ciudad de ensueños, permitida en las oraciones de un Cristo muy viejo, como si Granada hubiese venido a los
30 Melani Orozco Néstor. Hildamar Escalante de Tesser. Diario La Nación, San Cristóbal 12 de enero de 2012.
cantos a describir las melodías y las meditaciones al compás de una guitarra.
…..Entre sus ideales siempre manifestó por una Patria Libre, democrática. Creyente del pensamiento bolivariano. Amiga eterna de Rómulo Gallegos.
Para finalizar les contaremos una anécdota de Hildamar, cuando su esposo Anton Charles Tesser falleció, ella fue al entierro llevando en sus manos un ramo de rosas rojas y cuando su urna iba bajando ella lanzaba las rosas y le dijo…..Yo no puedo dejarte, me iré contigo. Al mes de fallecido, Hildamar también dejó este mundo y al mes siguiente su perro dálmata que los acompañó siempre.
Bibliografía
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Yánez Oscar. Las medias de la guerra. El Universal, Caracas 27 de enero de 2012.
PALABRAS
PARA RESPONDER AL DISTINGUIDO Y APRECIADO AMIGO, INGº GERARDO
AGUSTIN SUAREZ ESCALANTE AL POSESIONARSE COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE
DE NUESTRA ENTRANABLE ACADEMIA DE HISTORIA DEL ESTADO TACHIRA EL
SABADO 05 DE MARZO DE 2016 EN EL AUDITORIUM DE TAN PRESTIGIOSA
INSTITUCION.
En
nombre de la Academia de Historia del Estado Táchira y del mío
propio, tengo el inmenso honor de presentar mi ofrenda de gratitud
por las innumerables y exquisitas excelencias que me permitirán
hoy manifestar mis mejores afectos a dos grandes amigos: el primero
al Ing. Gerardo A. Suárez Escalante, y la segunda su entrañable
autobiografiada la exquisita y gentil dama, escritora y poetisa de
grandes virtudes, lamentablemente fallecida, Licda. Hildamar
Escalante de Tesser, quien nos legara con su ejemplo de
responsabilidad, honor y distinción el cumplir a cabalidad y con
prestancia de honradez todas nuestras misiones terrenales.
Hoy
es un día de gracia y de gran trascendencia para esta Ilustre
Corporación Académica. Hoy dos grandes valores de las ciencias y
las artes, nos convocan para rendirles un cálido y justo
reconocimiento a dos virtuosos investigadores de la Historia, El Dr.
en Historia, José Alberto Olivar, académico de grandes quilates, y
el Ing. Gerardo Suárez Escalante, Ingeniero Civil de Profesión,
amante de la Diosa Clío o de La Historia, Recipiendarios que se
posesionaran como Miembros Correspondientes.
En
esta ocasión me corresponde disertar sobre la obra del buen amigo,
hombre de bien por antonomasia, Ing. Gerardo Suárez, a través de
sus obras escritas, se trata de su más reciente investigación,
Autobiografía de HILDAMAR ESCALANTE.
Don
Gerardo Suárez Escalante, en ese afán tesonero e incansable de los
buenos amigos de Clío, se nos acerca muy tranquilamente, con su
suave y serena conducta de investigador acucioso en la revisión de
manuscritos y todo aquel material que le ofrezcan los archivos tanto
institucionales como familiares para regalarnos su fecundo trabajo de
quien fuese una de nuestras mejores y eximias poetas, amante de los
libros, especialmente las obras de la Literatura Universal;
escritora exquisita tanto en sus versos como en su prosa . Y es que
nos resulta supremamente grato todo lo que Don Gerardo Suárez nos
expone en tan singular “Semblanza Biográfica” de los grandes
talentos con que nos prestigiara su autobiografiada y pariente, la
Profesor, Hildamar Escalante.
Sucintamente,
diremos que al indagar sobre sus ancestros, Los Escalante, provienen
de la Región de Cantabria de España Medieval. El origen de los
Escalante en Venezuela, es desde luego de pura prosapia española. La
tradición oral y escrita, nos señala quien fue el primer Escalante
en arribar a estas tierras venezolanas, se trata, de Francisco de
Escalante, quien acompañara al Capitán Don Francisco de Cáceres en
la expedición y fundación de la Ciudad del Espíritu Santo de La
Grita, año de 1576, quien luego fungió como Encomendero tanto en La
Grita como en Bailadores. Concluye nuestro Recipiendario, Don Gerardo
Suárez, que luego de muchas “investigaciones se han enterado y
comprobado que su familia desciende de Bruno Nicolás de Escalante ,
quién nació alrededor de 1695 en La Grita, y luego tomó posesión
del Valle de Los Murtos.
Entre
los hechos que nos ocupan de esta investigación, que resaltan por su
calidad y diafanidad fecunda nos ocuparemos por destacar todo lo que
nuestro investigador nos permite conocer de su autobiografiada.
Profesora, Hildamar Escalante. Comenzaremos por señalar que Hildamar
fue una de las primeras periodistas de Venezuela y del Táchira,
graduada en la Universidad Central de Venezuela, junto a un valioso
grupo de mujeres periodistas de la época, entre quienes figuraban
con Hildamar: Mérida de Valera, Lourdes Morales, Carmen Clemente
Travieso, Ana Luisa Llovera (se presume que fue la primera mujer que
hizo reporterismo de calle), Mercedes Pérez y María Teresa
Castillo.
Para
1935, Hildamar Escalante, integra el grupo de Mujeres intelectuales
que conformaron la Agrupación Cultural Femenina, A través de esta
Fundación se proponen formar políticamente a las mujeres
trabajadoras, contribuir a elevar su nivel cultural, erradicando el
analfabetismo entre las damas mediante la creación de Escuelas
Nocturnas y promoviendo la masificación de la Educación. Crearon
Escuelas para obreras y fundaron la Casa de la Cultura Obrera y la
Biblioteca Trina Larralde., Centro de Enseñanza de trabajos
Manuales; trabajaron incansablemente por la obtención de los
Derechos políticos de la mujer ; alcanzaron la conquista de la
Reforma del Código de Comercio y el Derecho al voto femenino, toda
una verdadera conquista política para la mujer Venezolana. En esta
Agrupación participaron junto a Hildamar Escalante, escritores y
poetisas de la talla de Ada Pérez Guevara, Elba Arraíz, Enrique
Arvelo Larriva, Isabel Jiménez Arraíz, Irma de Sola , Trinita
Cascolo, Lourdes Morales, Luz Machado, Panchita Soublette, Anamarina
Colmenares, Luisa del Valle Silva, y las periodistas Carmen Clemente
Travieso, Ana Luisa Llovera y María Teresa Castillo.
Otra
de las actuaciones de gran participación y fecunda proyección de
Hildamar por sus interesantes como instructivos análisis de la
realidad venezolana de mediados del siglo XX, fue su colaboración
como articulista de los Diarios caraqueños, El Heraldo, El Tiempo,
El Nacional ,El Universal, Ahora, Últimas Noticias y en la Revista
Nacional de Cultura, Ediciones del Ministerio de Educación y en el
Library Journal de New York, muchos de sus escritos los firmaba
Hildamar Escalante con el Seudónimo de Rosa Cornelia Flores. También
publicó dos novelas, algunos relatos y bocetos de novelas. Se
destaca su libro Mi Tierra, en él relata de manera interesante la
historia de nuestra ciudad de San Cristóbal a partir de su
Fundación.
Para
1937, por iniciativa del Superintendente de Educación Nacional de
Venezuela, Doctor Don Mariano Picón Salas, Hildamar Escalante,
conformó junto con un selecto grupo de profesionales de la
Docencia y la Investigación, la misión técnica de maestros
venezolanos que visitara Chile, para estudiar algunos aspectos de la
enseñanza chilena. Ella participó y presidió el equipo que
estudiara la Educación de las Escuela Técnicas Femeninas.
Otra
de sus grandes facetas, fue su actuación como representante de la
Biblioteca Nacional de Venezuela y su inscripción en la Escuela de
Servicio de Biblioteca de la Universidad de Columbia, eran los años
de 1938-1940. HILDAMAR, con una beca conferida por el Ministerio de
Educación, elaboró los trabajos de Estudio sobre Biblioteconomía
en Venezuela y Problemas de la Biblioteca en Venezuela. Sobre este
último produjo un estudio de la situación de las Bibliotecas en
Venezuela, en el que incluyó la Biblioteca Nacional de Caracas y la
Biblioteca del Salón de Lectura de San Cristóbal.
Otra,
de las agrupaciones que conformó tiene que ver con el Grupo Orión.
Institución de carácter Literario, que se creó con el objeto del
estudio y de la investigación de la Literatura y el Arte a través
de Charlas y Lecturas.
Fue
la Licda, Profesora Hildamar Escalante, un bello ejemplo de todo
una figura de singular prestancia, con dotes excepcionales de Dama
elegante, de una enriquecedora instrucción por las Artes, la Poesía
y la Literatura. De una extraordinaria donosura, de mucha clase
señorial y gozaba de un gran cariño y afecto, de admiración y
respeto de sus contertulios, sus colegas del Liceo Militar Jáuregui
de los años 60 y 70; todos ellos catedráticos de la Literatura, la
Historia, la Filosofía, la Sociología, los Idiomas Modernos
(francés e inglés) las Buenas Letras y todo lo que significara ese
ejemplo vibrante y enaltecedor de la Cultural social, política,
religiosa y económica de nuestros pueblos, en especial su entrañable
Ciudad del Espíritu Santo de La Grita, su Táchira Señorial.
Sus
grandes amigos de tertulias literarias y académicas , Profesores,
Rafael Rojas Pérez, Profesor, Soto Ortiz(†). Prof. .Rafael
Arellano Mora (†)., Prof, Asdrúbal Millán, Prof. Fabián Chacón
Guerrero(†)., Dr. Marcos Aníbal Zambrano Cárdenas (†)., Prof.
Juan Bautista Vásquez(†)., Prof. Domingo Enrique Lupi Orozco (†).,
Prof. Meza González , Prof. Roberto Chávez (†). Prof. Rosa Elena
de Tortosa, Prof. Ana de Benvenutto (†), entre otros, en su casa de
la calle tres, cercana al Colegio del Sagrado Corazón de Jesús,
obra del eximio. Mons. Dr. Jesús Manuel Jáuregui Moreno, y de la
Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Los Ángeles; podrán
dar testimonio de su galanura y su extraordinario Don de Gentes, de
esta Dama de singulares dotes y de una afabilidad incomparable. Todo
un tesoro de mente prodigiosa y de inconmensurables bondades.
Siempre le recordaré con mi mayor cariño y agradecimiento por todo
lo que me enseñara con sus buenos ejemplos de docente y de
coterránea especial. Paz a su alma y a la de su dignísimo esposo,
Profesor, Tony Tesser y a su entrañable tío, venezolano de
excepción, Dr. Diógenes Escalante ( ex Embajador de Venezuela en
Washington, años 1937-1945, gobiernos de los Ilustres Ex presidentes
Generales: Eleazar López Contreras; Isaías Medina Angarita, ambos
tachirenses.